El SOP es un desorden endocrinológico que afecta aproximadamente al 7% de las mujeres. Tiene 3 componentes principales: 1) altos niveles de hormonas llamadas andrógenos, 2) períodos menstruales irregulares o falta de menstruaciones y 3) la presencia de muchos quistes en los ovarios. Además de los componentes anteriores, las mujeres que lo padecen pueden presentar infertilidad, acné, aumento del vello y aumento de la pigmentación de la piel en algunas zonas.
La causa no está todavía clara, el trastorno está asociado a cambios en los niveles hormonales que impiden la liberación de los óvulos maduros en el ovario, sin embargo, las razones de estas alteraciones no se conocen todavía. Las mujeres con SOP tienen ciclos de ovulación que no suceden cada mes, lo que ocasiona las menstruaciones irregulares, el resto de las manifestaciones está provocado por un aumento en las concentraciones de las hormonas masculinas, que si bien normalmente las mujeres tiene pequeñas cantidades en circulación, en estos casos, los niveles son más altos.
Este padecimiento es frecuente encontrarlo asociado con resistencia a la insulina, diabetes, hipertensión arterial, colesterol alto y obesidad.
Para establecer el diagnostico debemos de realizar todos o algunos de los siguientes exámenes: Ultrasonido pélvico, perfil hormonal ginecológico, glucosa en ayunas, lípidos en sangre, prueba de embarazo y pruebas de función tiroidea.
El tratamiento varía dependiendo de cuál sea la manifestación principal y de cuál sea el plan reproductivo de la paciente, va desde tratamientos hormonales para regularizar las menstruaciones o inducir la ovulación hasta tratamientos dermatológicos y cosméticos como el láser para eliminar el exceso de vello y la pigmentación en la piel. El control de peso es también muy importante, ya que las pacientes que presentan obesidad asociada al SOP presentan una mejor respuesta a los medicamentos cuando se encuentran más cercanas a su peso ideal.
El hacer un cambio de hábitos muchas veces es necesario para lograr un adecuado control de este padecimiento. El ejercicio junto con la alimentación nos ayudan a la reducción del tejido graso en el cuerpo y esto influye en la forma en que el cuerpo procesa las hormonas, además, ayuda a disminuir la resistencia a la insulina, que es la responsable de algunos de los padecimientos asociados con este síndrome.
Si padeces de esta alteración, o crees padecerla, no debes preocuparte ya que hay muchas formas de combatirlo y una vez controlado, tu vida puede ser completamente normal. Los ginecólogos somos quienes hacemos el abordaje inicial del problema, acude a consulta para ayudarte a recuperar el balance hormonal en tu cuerpo.