Existen más de 150 especies de Echeverias, las cuales más del 80% se restringen a territorio mexicano. La mayoría son endémicas, que quiere decir que no se encuentran en ningún otro lugar.
Mi México; un país tan bendecido, tan rico y hermoso. Es el cuarto país en el mundo con mayor biodiversidad, ya que cuenta con una variedad impresionante de especies. Y en este paraíso, en este desborde de la naturaleza existen unas plantas de singular belleza, en forma de roseta suculenta, gorditas acumuladoras de agua, muy benéficas para el ser humano y ambiente, con tal encanto que una vez que las conoces te enamoras; pertenecen al género de la familia Crassulaceae y son las “Echeverias”.
Existen más de 150 especies de Echeverias, las cuales más del 80% se restringen a territorio mexicano. La mayoría son endémicas, que quiere decir que no se encuentran en ningún otro lugar. Se pueden localizar en acantilados, pendientes escarpadas o mesetas rocosas, ya que tienen preferencia por este tipo de hábitat.
Los magueyitos de las piedras o tememetla, como eran antiguamente llamados, son apreciadas desde tiempos prehispánicos como medicina tradicional y plantas de ornato.
Hoy en día son altamente apreciadas por horticultores y coleccionistas de todo el mundo, que se dedican a cultivarlas y crear híbridos tratando de potencializar su belleza, resistencia y variedad. Así ofrecen un abanico de formas, colores y texturas, haciendo el hobbie de coleccionarlas una tarea interminable.
Son mi género de suculentas favorito. Tengo más de 12 años coleccionándolas y sigo descubriendo y admirando su belleza. Cada vez somos más personas que las valoramos y nos unimos en pro de su conservación y aprovechamiento, debido a que muchas están en peligro de extinción.
Tenemos un país megadiverso que nos da sus bondades a manos llenas; con tesoros esperando ser descubiertos y conservados por todos, como las Echeverias, que son un regalo de México para el mundo.