Mejora este proceso con hábitos saludables
A los 20 años, nuestro organismo alcanza su máxima capacidad física y a partir de esa edad comenzamos a envejecer. Los niveles hormonales empiezan a decaer, se ponen en marcha unas sustancias, los radicales libres, que provocan la oxidación celular y el envejecimiento; nuestra piel se vuelve menos elástica, aparecen las primeras arrugas y se comienza un largo camino hacia la senectud.
Se trata de un proceso natural de nuestro organismo. Sin embargo, el modo de envejecer de unos y otros no es el mismo; la longevidad de un individuo depende, digamos un 25 por ciento de su genética y un 75 por ciento de sus hábitos de vida. Esto es algo muy importante, ya que si modificamos estos últimos y los volvemos más saludables podemos prevenir enfermedades y vivir más.
Por ello, nació la Medicina Antiaging o antienvejecimiento, cuya finalidad es la de estudiar el declive natural de la persona y descartar los posibles factores perjudiciales que puedan ocasionar una vejez prematura.
De tal manera que la Medicina Antiaging es una disciplina médica multidisciplinaria y básicamente preventiva, que poco a poco está cobrando mayor importancia, orientada a mantener las funciones vitales y a mejorar la calidad de vida, y no a hacer frente a la enfermedad, es decir, vivir más y mejor, adelantándose a los problemas del futuro.
No se trata de vivir más años, sino de asegurarnos que los años que vamos a vivir sean con calidad de vida, que los podamos disfrutar.
Radicales Libres
El envejecimiento fisiológico o normal no implica sufrir enfermedades; el problema es que con frecuencia envejecemos de manera patológica, prematura o acelerada; en este caso, el paso de los años va acompañado de un gran riesgo de desarrollar enfermedades crónicas que pueden llegar a ser graves e incluso llevarnos a la muerte.
Deterioro por radicales libres
El deterioro asociado al envejecimiento es causado en su mayor parte por los radicales libres, moléculas microscópicas resultantes del proceso de transformación de los nutrientes en energía. Estas moléculas agresivas atacan a diario unas 10.000 veces a nuestro ADN.
Una parte de los radicales libres tiene una función positiva, pues colabora con el sistema inmunitario en la eliminación de las bacterias patógenas, pero definitivamente, el exceso de radicales es un problema.
Esto ocurre cuando sobrepasan la capacidad de control del organismo mediante sustancias antioxidantes generadas por el propio cuerpo o que se obtienen de los alimentos, por lo que necesitamos sustancias que favorezcan la reparación de los daños y la eliminación de los desechos metabólicos generados.
Causas del envejecimiento
El sedentarismo, el estrés y una mala alimentación provocan un envejecimiento acelerado y problemas de salud. En muchos casos estos se vuelven crónicos.
De tal manera que el envejecimiento celular no es sólo el responsable de la flacidez de la piel o de las arrugas, sino que también es el origen del desarrollo de enfermedades de origen cardiovascular y uno de los desencadenantes del cáncer
Por eso existen múltiples suplementos para retrasarlo, esto que se pueden valorar en consulta para ver las necesidades de cada individuo.