Desde que nos dedicamos a “las redes sociales” también hemos dedicado tiempo a una actividad que consideramos en parte una responsabilidad social y en parte, una prevención, nos referimos a nuestra pláticas a madres y padres de familia, a docentes como a estudiantes de educación primaria y secundaria en la ciudad de Torreón.
En estas charlas hemos tenido la oportunidad de compartir con nuestros oyentes el conocimiento que once años de experiencia en la comunicación y la mercadotecnia en redes sociales nos han dejado.
Como mamá y papá de dos adolescentes y como veteranos de un medio que actualiza sus funciones y sus alcances cada tres semanas, las charlas -que en su momento dimos a madres, docentes, niñas y niños- ya no son suficientes, así como pasa con los controles parentales que las grandes tecnológicas ahora ofrecen.
Hoy en día Instagram, TikTok, Meta y Google ofrecen “herramientas” digitales para quienes tenemos bajo nuestra tutela a uno o varios menores, sin embargo sigue siendo complicado explicar a mamá y a papá que la edad de exposición de los menores a los dispositivos debe ser frenada lo más que se pueda, nuestros bebés -los bebés humanos- deben gatear, jugar con tierra, caerse ¡descubrir el mundo con sus pies y con sus manos! y no ser expuestos a una pantalla desde tan pequeños siendo a la vez sometidos a erróneas -y peligrosas- consideraciones del mismo entorno afectivo que les convencen de ser genios por utilizar “hábilmente” y sin involucramiento de algún mayor de edad, los dispositivos digitales.
De poco sirven los controles parentales cuando debemos aceptar que el acuerdo tácito de las tecnológicas es brindarnos a mamá y a papá esas herramientas siempre y cuando convirtamos a nuestras hijas e hijos en usuarios de las mismas, es decir, en consumidores de sus productos, si es malo que tu hijo use un iPad o un iPhone es peor que use aquel que no se le ha asignado para su uso, el tuyo o “uno viejito”, desgraciadamente, hoy en día ser mamá y/o papá exige de uno convertirse en usuario responsable y activo de las herramientas digitales.
Si tienes uno o más menores a tu cargo y no has considerado abrirles una cuenta de correo que utilizarán al ser mayores de edad o no has adquirido un producto destinado para ese uso como tablet o celular y ese menor tiene, de alguna manera contacto y/o uso de un dispositivo digital, ya vas con el marcador en contra.
Duele decirlo pero debe decirse: asumir la responsabilidad digital de los menores implica convertirlos en consumidores de tecnología y en usuarios digitales, entregarles un iPad sin saber qué es tiempo en pantalla o sin tener correctamente establecida tu familia no sirve de nada y puede hacer mucho más daño del que, de suyo, ocasiona.
No existe comparación entre escribir con pluma que con teclado, el pensamiento fluye de diferente y más nutritiva manera trazando sobre la hoja que presionando sobre una tecla, pero este no es el espacio para hablar de ésta como de las múltiples diferencias -que serán habilidades- entre crecer “a la antigua” o crecer como se crece actualmente.
Y vaya que lo decimos nosotros, que nos dedicamos desde hace más de once años a lo digital como modo de vida.
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