Ni cuenta nos damos pero los cometemos todo el tiempo, y esto nos tiene deteriorando tristemente nuestra relación de pareja, con los hijos, con los padres y hermanos, y con todo nuestro entorno.
1.- Creer que alguien puede hacerme feliz.
Esta creencia parece inofensiva, pero es letal…
Desde pequeños nos dijeron, “Encuentra una persona que te haga feliz”.
¡No existe tal persona!
Entramos en una relación con la expectativa de que nos hagan felices y como eso no se puede, empezamos a culpar y a agredir al otro por no lograrlo.
La única persona que puede hacerte feliz a ti, eres tú mismo y nadie más. Nadie tiene esa facultad. Ni infeliz tampoco.
2- Creer que alguien es culpable de lo que a mí me pasa.
Cuando creo que alguien es culpable de mis molestias o sufrimiento, yo voy a querer castigarlo, vengarme, o peor aun, me llenaré de rencor, lo cual es muy tóxico para mi salud.
Nadie es culpable de lo que al otro le pasa…
Vivimos en papel de víctima culpando a los demás por no tener la vida que quisieramos, y esto es porque es más sencillo culpar al otro que asumir nuestros propios resultados.
Nadie tiene la culpa de lo que vives por dos razones:
- Porque cada quien trae un destino establecido…
- Y porque cada quien interpreta según sus creencias a los demás.
3- Creer que alguien puede adivinar lo que yo necesito.
Los seres humanos todavía no hemos desarrollado la facultad de la adivinación.
¿Por qué supones que el otro debe de pensar como tu lo harías? ¿Por qué crees que se le debe de ocurrir lo que a ti se te ocurriría?
No podemos adivinar lo que la otra persona necesita o quiere, a menos que haya una comunicación clara y precisa.
La suposición es un vicio que deberías tratar de evitar.
4- Creer que la sinceridad es un valor.
Este es otro error letal…
La sinceridad no es ningún valor. Es una limitación mental.
Nos enseñaron que hay que ser sinceros, y eso nos tiene dañando tremendamente nuestras relaciones por andar diciéndoles a los demás lo que pensamos de ellos.
¿Dónde está el amor en eso? No lo hay…
Lo que sí hay es una falta de respeto muy grande que nos va dejando solos, ya que nadie quiere estar con una persona así.
Hagamos una definición de sinceridad:
- Expresar clara, abierta y directamente a la otra persona lo que yo siento y lo que pienso de ella.
Lo que yo siento y pienso se origina solamente en mis creencias.
5.- Creer que si no hay espontaneidad, no tiene valor.
A veces pensamos que si algo no es espontaneo, no es hermoso.
Es mucho más hermoso que una persona tome la decisión voluntaria de hacer algo, que hacerlo instintivamente por una reacción.
No dejes a la espontaneidad el comportamiento de tus relaciones. Si tú la dejas al “Ahí se va”, puede ser que las cosas no salgan como te gustaría.
¡Haz que las cosas sucedan!…
Una decisión voluntaria tiene mucho valor.
6.- Creer que hay labores para hombres, y labores para mujeres.
Con excepción de amamantar y de gestar, no hay ninguna cosa que haga una mujer, que no pueda hacer un hombre. Y viceversa.
No te limites creyendo que hay algo que tú no puedes hacer. ¡Si puedes! Sólo es cuestión de intentarlo y de aprender.
Los hombres son totalmente capaces de hacer cualquier labor, al igual que la mujer lo es.
Toma nota y corrige para que tu relación sea más armoniosa.
Y tú ¿cometes alguno de estos errores?