¿Es bueno para los niños tener un perro en casa?

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Dr. Ricardo Acosta

Pediatra

Dedicado a Niebla, nuestra fiel y ya entrada en años Labrador

Una pregunta muy común en este siglo, con tanta obsesión con la limpieza de la casa, las alergias, las prohibiciones alimenticias de nutriólogos que se ve no tienen hijos ni estudios serios, de las mamás aficionadas a productos estilo “Lysol” que quieren que todo esté estéril para que su hijo no se enferme, es si tener una mascota, a cualquier edad, es bueno para los niños. 


Todos los estudios y la experiencia ancestral de la unión humano- raza canina demuestran que, salvo en contadas excepciones (alergias específicas a la raza, infecciones muy pero muy poco frecuentes) hay muchísimos beneficios de tener este tipo de mascota.

Te enumero los puntos a favor:

1) Enseñan responsabilidad: involucrar día a día y pacientemente a tus hijos –es difícil pero hay que proponérselo- en el cuidado del perro (comida, baño, alimentación, limpieza de las heces) es una maravillosa forma de que adquieran este atributo. Añadido: también los hacen menos egoístas.

2) Hacen que tus hijos vean menos pantallas y salgan más afuera a hacer ejercicio. La diversión de pasear a un perro, de jugar con ellos en el parque o jardín, de llevarlos al río y verlos meterse a recoger ramas, es de lo más divertido y formativo del mundo. Son memorias positivas que quedarán para siempre en su mente.

3) Hacen seres humanos más empáticos. Entender las señales y necesidades de la mascota, así como satisfacerlas, es el inicio de esta invaluable cualidad sumamente importante en su vida adulta.

4) Los perros son entes que han evolucionado para sobrevivir al lado del ser humano con características como lealtad y fidelidad, de tal manera que dan un marco de estabilidad a los niños, aún en situaciones familiares adversas.

5) Enseñan a tener amor y afección tanto espiritual como física. Muchos estudios demuestran que los abrazos y cariños, tanto entre seres humanos como con animales, son muy importantes para el bienestar emocional.

6) Aumenta la asertividad en niños con problemas de comunicación, como el autismo y otras condiciones. La asertividad es la capacidad de comunicación efectiva, empática, respetuosa con los demás y con uno. En niños autistas, se ha demostrado que el tener un perro (o cualquier mascota) aumenta las posibilidades de tener habilidades sociales más efectivas.

7) Cuando hay mascotas en la casa, los niños tienen menos alergias y son inmunológicamente más saludables. El ser humano necesita enfrentarse desde pequeño a su medio ambiente y a animales para lograr una madurez en el sistema de defensas. Los niños que viven en una burbuja de cristal, no se exponen a su medio ambiente, terminan siendo los más enfermizos.

8) Los adultos que en su infancia tuvieron un perro, tienen 25% menos posibilidades de tener esquizofrenia, según un estudio reciente, quienes tuvieron gatos no tienen el mismo efecto protector (quisiera no meterme en discusión con quien tiene este tipo de mascotas, los resultados son los resultados y ni modo). Comentarios: sólo fue para esquizofrenia y no para otras enfermedades mentales; parece ser que tiene que ver nuevamente con el tipo de flora intestinal que la convivencia diaria con los perros favorece, ya que se ha demostrado que en la esquizofrenia, hay mucho componente ambiental; por último, lo dicen los autores –no yo- que “las familias que tienen perros difieren de alguna forma con las que tienen gatos, por ejemplo, en condiciones de dónde viven o de recursos socioeconómicos, y estas diferencias son relevantes para el riesgo de esta enfermedad”.

9) Quitan el stress: nada mejor a cualquier edad que llegar a casa y que esté tu perro moviendo la cola y brincando de alegría (u orinándose) porque llegaste. Nada mejor que tenerlos al lado al estar sentados en la reunión familiar. Nada mejor que acariciarlos para disminuir las preocupaciones y ansiedades del día a día. Nada mejor para un niño que, después de una muy buena y merecida regañada que le diste, busquen el consuelo en su fiel amigo, que además, nunca lo juzga.

10) Seguridad: un perro huele, oye, intuye mejor que el humano. Tus hijos están más seguros cuando hay alguien que avisa de peligros.

Si decides tener en casa a esta maravillosa mascota, recuerda que tiene necesidades que deben satisfacerse día a día: alimento, ejercicio, limpieza, cariño, entrenamiento, vacunas, vigilancia. Para fines prácticos, es un hijo más en casa. Sin embargo, los beneficios que este maravilloso ser proporciona a la familia son invaluables.