Éstas son dos preguntas recurrentes en el consultorio del pediatra y aumentan su frecuencia una vez que empieza la temporada de infecciones de vías respiratorias por el frío. Como todas las mamás y papás lo saben, cada escuela –desgraciadamente- tiene distintas políticas que no están basadas en la evidencia.
En un mundo en donde papá y mamá trabajan, el dejar en casa a un niño que sólo tiene alergia porque “ningún niño con mocos puede entrar a la escuela, o debe traer una carta del pediatra que diga que lo que tiene es alergia”, es terrible, ya que se trastorna toda la dinámica familiar, hay pérdida de productividad y de ingreso por horas que los padres deben atender a sus hijos para ir al médico. Por otro lado, el mandar a la escuela a un niño con posibilidades de alto contagio es terrible también.
Por lo tanto, espero que este escrito les sirva a las escuelas y a los papás para tratar de regular este importante asunto.
Pueden ir cuando:
– Tengan catarro sin fiebre: el color de la secreción nasal no es importante (blanco/amarillo/verde) si el niño o niña está bien, come adecuadamente, no tiene fiebre y está activo. Nota para los papás: en este caso, no es necesario tampoco dar medicinas. Por eso se les conoce coloquialmente a los infantes en los 3 años de edad como “mocosos”. Generalmente, esto pasará con el tiempo.
– Tos leve que no impide las actividades normales, con o sin secreción nasal.
No pueden ir cuando:
– Tengan fiebre, sobre todo si es mayor de 38.5°C. Pueden regresar a la escuela una vez que hayan pasado 24 horas de la resolución de la misma.
– Tengan conjuntivitis (“lagañas”). Pueden regresar un día después de iniciado el tratamiento.
– Haya síntomas de enfermedad moderada o severa: además de fiebre: decaimiento, falta de apetito, llanto inexplicable, irritabilidad, es decir “no se ve bien” en cuyo caso es mejor acudir al médico.
– Tos severa que impidió que haya dormido bien la noche anterior, con dificultad para respirar o ruidos como si fuera tos de perro o silbidos, o que lo haya hecho vomitar.
– Se queje de dolor a cualquier nivel.
– Tiene vómito o diarrea, pudiendo regresar un día después de que ya no tenga cualquiera de estos.
– Cualquier tipo de erupción cutánea, sobre todo si se acompaña de fiebre, la cual debe ser revisada por el pediatra. Nota: mandar fotos al pediatra no es válido pues las enfermedades contagiosas se acompañan de lesiones en otros lados como boca, aumento de ganglios, etc.
Tiempo de regreso a clase después de las enfermedades más comunes:
– Varicela: a los 7 días de la erupción, aunque todavía haya lesiones.
– Amigdalitis purulenta y escarlatina: a las 24 horas de iniciado el antibiótico.
– Pediculosis capitis (“piojos”): no hay razón para excluir si ya se inició el tratamiento un día antes. Recuerden: los piojos no causan enfermedad ni es signo de desaseo. Vivirán con nosotros hasta que desaparezcamos de este planeta (al paso de destrucción ecológica que vamos, no falta mucho tristemente).
– Enfermedad de manos-pies-boca: cuando ya no haya fiebre y pueda comer bien (aunque todavía haya lesiones), lo que ocurre al cuarto o quinto día de inicio generalmente.
– Impétigo (infección de la piel): 48 horas de inicio del tratamiento.
– Roseola: una vez que desaparezca la fiebre y se sienta bien (aún y cuando todavía haya lesiones en piel).
– Influenza: 24 horas después de no haber fiebre (usualmente, a los 3 o 4 días de haber iniciado el cuadro) pero además que ya se sienta mejor, coma bien y su tos vaya mejorando (no necesita estar al 100% para regresar al salón).
Para otras enfermedades, tu médico será el mejor experto para decidir el regreso a clases.
Último comentario: el sentido común debe ser e imperar en este asunto. Si ves mal a tu hijo, no lo lleves a la escuela. Por favor, no automediques o vayas a consultorios de farmacias o urgencias en donde, como ya lo he comentado, hay otro tipo de intereses que no incluyen la salud del paciente.