Hoy en día con tanta motivación y motivadores a nuestro alrededor es muy seductor querer mejorar, atrevernos a cumplir metas y sueños que tenemos quizá desde niños y no les hemos dado forma.
Existen un sin fin de lecturas, videos y audios que nos invitan al cambio y a vivir los sueños. Algunos tan influyentes que hasta culpables nos sentimos por vivir una vida cotidiana, con hábitos establecidos y patrones de conducta que nos hacen ver como unos verdaderos mediocres. Estas nuevas corrientes en su mayoría dirigidas por gente denominada millenial, están cada vez galopando a mayor velocidad, y no podemos vivir ajenos a ello, debemos aceptar entonces que existimos en un mundo millenial.
En ocasiones se nos invita a vivir con intensidad, a ser de tu vida algo interesante y que valga la pena, a trabajar en aquello que realmente amas y te apasiona, pareciera que estamos vendiendo la idea de “abandona tu trabajo”, “emprende y arriesga”, “ahora o nunca”. Enjuiciamos a lo lineal, la tradición y lo cotidiano, como algo aburrido y sin sentido de vida, y pudiera ser que lo sea o quizá no. El caso es que la mayoría de estas corrientes e influenciadores te venden sólo la motivación, pero no nos dicen el cómo de un cambio y sus posibles resultados colaterales, los cuales no se prevén, sino se viven hasta que quizá ya no hay vuelta atrás.
Por tal motivo me gustaría compartirte los cinco componentes del cambio. Son cinco sencillos conceptos que pudieran servirte a la hora de plantearte un objetivo, o bien, cuando estés motivado por alguna razón a cambiar o emprender un proyecto para que puedas hacer un “chequeo ecológico” (como lo llamamos en PNL) para observar o visualizar a futuro tu posible cambio y sus efectos.
QUERER
Hay que comenzar por donde se empiezan todas las cosas, por el principio. Éste es fundamental para el cambio. “querer” tiene que salir desde tus entrañas y tu corazón, tu objetivo debe plantearse desde ti, y aunque una charla motivacional es muy inspiradora, y la experiencia de otros nos dice que es posible cualquier cosa, tienes que estar convencido realmente que lo que planteas es para ti. Una de las preguntas que me gusta mucho emplear en los proceso de coaching que ayuda a percibirlo a nivel corporal o somático es, ¿en quién te convertirás cuando ésto suceda? Es asombroso el cambio de expresión cuando la persona logra verse desde cambio o transformación. ¿Por qué es tan importante para ti este cambio? Es otra pregunta fundamental que te puedes hacer y quizá contestarla en una escala del 1 al 10.
CREER
Ya nos han dicho muchas veces, quizá desde niños, que no basta sólo con desear algo para que se logre, también hay que “creer”. Y aunque pareciera una sugerencia obvia, la fe es una de las piedras angulares del cambio. Ya que nos hicimos la pregunta ¿qué tanto lo deseo?, ahora será importante preguntarnos ¿qué tan convencido estoy de que lo puedo lograr? Sabemos que la fe es estar convencidos de algo que no podemos ver, y sin embargo, creemos que será posible. Esto tiene que ver mucho con tu conversación interna, así que te sugiero ya que hayas decidido emprender tu cambio, tengas un dialogo positivo y esperanzador hacia tu futuro. El inconsciente es tan poderoso que si escucha dudas, te pasará la factura en la primera oportunidad. La gente exitosa siempre conversa interna y externamente en forma positiva, proactiva y generadora.
SABER
Así es amigos, el cambio no se da por si mismo, tiene una serie de pasos que si los hacemos conscientes podremos alcanzar con mayor facilidad las cosas, no basta con querer y creer, tenemos que tener una estrategia. Una pregunta que hacemos como coach es ¿con qué recursos cuentas actualmente para lograr eso que quieres? Esta pregunta nos muestra aquellas herramientas que ya poseemos y aquellas que debemos buscar para lograrlo. Todos los grandes conquistadores de la historia, fueron siempre los mejores estrategas, ¿en cuánto tiempo piensas que puedes lograrlo? ¿en qué te basas para dar ese dato? La mejor forma de cambiar es cuestionarte, la gente que se pregunta y está abierta a la critica, tarda menos tiempo en alcanzar sus objetivos. Se detienen a escuchar la opinión de los demás, luego la suya misma, y toman lo mejor de lo aprendido. Te reitero, busca conversaciones que sean generativas, aunque sea tu amigo el pesimista o tu jefe el cuadrado, siempre podrás encontrar el valor de las experiencias ajenas, aunque sean de fracaso, para construir tus propias estrategias.
OPORTUNIDAD
Lo quieres con todas tus fuerzas, lo crees posible y sabes como hacerlo, ¡Perfecto! Ahora viene el siguiente paso, pasa a la acción. Date la oportunidad de hacerlo, atrévete a vivirlo, dicen que hay dos momentos en que se crean las cosas, cuando las piensas o sueñas y después cuando las haces. ¿Cuántas veces nos quedamos en sólo el querer, creer o saber? A veces pensamos en por qué no nos salen las cosas, quizá porque pasamos por alto los tres pasos anteriores y sólo nos aventamos como se dice coloquialmente como el “borras”. Ahora que has definido el qué quieres, que realmente lo crees y conversas para que así sea, y además lo planeas de tal forma que sabes el cómo, el siguiente paso es darte la oportunidad de que pasen las cosas. Pasa a la acción, no te quedes en el banquillo viendo como otros crean y viven sus sueños, algunos de ellos, parecidos a los tuyos… esas ideas antes pensadas. Encuentra en tu pasión el valor de pasar a la acción.
ESTAR DISPUESTO A TODO
¿Qué estas dispuesto hacer para que ésto suceda? Ésta es, sin duda, una de las preguntas que dan mayor claridad en los procesos de coaching. Recordemos que en el coaching no recibes consejos ni mentoría, eres tú quien diseña su propio plan, ya que tienes todos los recursos. Piensa en todas esas cosas que querías lograr, en todas esas veces que te propusiste un cambio y no funcionó, ¿Qué tan dispuesto estabas entonces para lograrlo? Tenemos claro todo aquello que hay que hacer para que las cosas pasen, o todo aquello que tendrás que dejar de hacer para lograrlo. El verdadero cambio proviene desde lo más profundo de tu ser, desde ahí nace el valor para estar dispuesto a todo, para que las cosas pasen. Por esta razón los cuatro pasos previos son muy necesarios, para poder evaluar todas las cosas que tendrían que suceder o dejar de pasar para poder lograr un objetivo y contestar a esta pregunta con un “estoy dispuesto a todo para cumplir mis sueños”.
Mientras escribo este artículo vienen a mi mente varias de las ocasiones que he querido tener un verdadero cambio sin resultados satisfactorios, pienso en muchas veces que me lancé sin un plan, sólo con mi voluntad y buenos deseos, otras veces en las que me la pasé planeando y planeando pero jamás ejecutando. Alguna otra ocasión haciendo las cosas con un miedo terrible y conversaciones catastróficas de no merecimiento. Muchas veces gritando a los cuatro vientos que haría tal y cual cosa de ahora en adelante después de leer un libro, correr un maratón o asistir a una charla motivadora, pero en realidad no pasaba nada porque no estaba dispuesto a todo o porque quizá, ni siquiera, sabía las posibles repercusiones y efectos colaterales que mi cambio traería consigo para mí y los que me rodeaban.