Las Cinco Emociones Básicas

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Susana Iduñate

Psicoterapeuta Gestalt, Reconstrucción Experiencial y Facilitadora del Sistema Biodanza.

Reconocer y sentir las emociones es fundamental para gestionar nuestro mundo interno y externo. De acuerdo a la psicología Gestalt, existen 5: Alegría, Tristeza, Enojo, Miedo y Amor.

Reconocer y sentir las emociones es fundamental para gestionar nuestro mundo interno y externo. De acuerdo a la psicología Gestalt (palabra alemana que significa, “totalidad o proceso”) existen cinco emociones básicas que son importantes reconocer y aprender a darles su espacio saludable: Alegría, Tristeza, Enojo, Miedo y Amor.

Todas las demás, como los celos, envidia, melancolía, entusiasmo, etc, son subderivados, algunos patológicos, no todos, de estas cinco emociones básicas.

Conocer nuestras emociones es conocernos a nosotros mismos. Las emociones son el vehículo que nos conducen a reconocer cómo nos sentimos, cómo estamos experimentando determinada circunstancia y cómo percibimos una situación en particular.

Cada emoción básica tiene un papel fundamental que nos trae un mensaje valioso para comprender y atender algo sobre nuestra vida, de ahí la importancia de conectar con nuestras emociones, darles su espacio para rescatar su mensaje sanador y de sabiduría.

ENOJO

El enojo bien gestionado, es un vehículo valioso que nos permite poner límites, nos ayuda a protegernos de alguna situación en particular. De ahí la importancia de escuchar nuestro enojo, antes de reprimirlo o explotarlo con los demás a manera de reclamo o enjuiciamiento, que por cierto cuando enjuiciamos mucho, es una exageración en la percepción negativa de algún acontecimiento en particular, existe falta de ecuanimidad, sólo vemos un lado de las cosas, en lugar de percibir con un enfoque más amplio. El enojo mal gestionado, es como un fuego que arrasa con todo lo bueno que hemos construido: relaciones, ambiente de trabajo, etc.

TRISTEZA

La tristeza es una emoción que nos invita a sentir los cambios de la vida; ya sea cuando atravesamos una pérdida o que un acontecimiento o situación se ha transformado. Qué importante es sentir la tristeza para vivenciar las transformaciones de la vida y así abrirnos a nuevas oportunidades y experiencias.

ALEGRÍA

La alegría es una sensación de apertura que nos permite experimentar acontecimientos valiosos en nuestra vida. Recuerdo a una paciente en consulta que me comentaba que en su familia no se permitían sentir la alegría: “Cuando obtuve mi titulación salí corriendo a decírselo a mis padres, ellos muy serios, me dijeron que esa era mi obligación y no había nada que festejar”. Vivir la alegría, es vivenciar el enriquecimiento que la vida nos proporciona.

MIEDO

El miedo es una emoción muy valiosa que nos habla de un peligro real en particular. El miedo nos protege, sin embargo, cuando lo polarizamos, es decir, cuando no nos permitimos escuchar ni sentir nuestro miedo, podemos volvernos muy temerarios, con esto quiero decir que nos aventamos como “el borras”, sin medir las consecuencias, poniéndonos en serio peligro. En su polaridad contraria, cuando vivimos alucinando fantasías catastróficas, nunca asumimos riesgos, fantaseando con toda clase de situaciones injustificadas, limitando y constriñendo nuestras vidas.

AMOR

El amor es una emoción conectiva que nos permite sentirnos interconectados a la Vida y al Universo. El amor es una energía que no sólo se circunscribe a unas cuantas personas, sino que hablando de manera trascendente, nos permite sentirnos conectados a la creciente espiral infinita de bondad inteligente y fundamental que sostiene a todo lo viviente. Derivados del amor: Generosidad, altruismo, bondad con sabiduría, ecuanimidad, asertividad, entre otros.

Permitirnos sentir cada emoción, es sentir la vida en todas sus sabias manifestaciones.