¿Te ha pasado que cuando estás dentro de un bosque, cerca de un río, dando un paseo en la montaña, entre árboles frutales te sientes bien? Si tu respuesta es afirmativa, es que todo esto es el resultado de que somos seres humanos y tenemos un amor innato a la naturaleza, esto es la biofilia.
Este concepto que a lo mejor no habías escuchado se utilizó por primera vez en 1973 por el psicólogo y filósofo Erich Fromm para referirse a “la atracción por la vida”. Y luego, en 1984 por el biólogo Edward O. Wilson en su libro Biophilia, donde establece que la capacidad de maravillarnos por la vida que nos rodea es una tendencia innata, presente genéticamente en los seres humanos debido a que toda nuestra evolución ocurrió en medio -y gracias a- la naturaleza.
La importancia de la biofilia se ha estudiando en distintas áreas como la psicología, medicina, arquitectura entre otras donde se afirma que el contacto con la naturaleza tiene un impacto positivo en la salud física, emocional y cognitiva de las personas.
En el campo de la arquitectura y diseño de interiores por ejemplo, se han empezado a diseñar ciudades saludables donde la naturaleza está presente. Anteriormente se había separado lo natural de lo humano, pero esta tendencia se ha revertido. En ciudades en Canadá por ejemplo, se está experimentando con diseños sustentables que acerquen la biodiversidad al día a día de los ciudadanos. Es decir, se reservan espacios para que la flora y fauna esté presente y las personas tengan contacto con ella.
En el campo de la medicina las investigaciones han motivado movimientos que incorporan el contacto con la naturaleza con un fin terapéutico. Por ejemplo, en Japón desde el 2004 se está desarrollando la llamada “medicina del bosque” donde se llevan grupos de personas al bosque para hacer un shinrin yoku que se traduce como “baño de bosque”. En Singapur, en el hospital “Khoo Teck Puat Hospital” se ha buscado llevar la naturaleza a las personas, llenando los jardines, paredes y pisos del edificio de abundante biodiversidad (de plantas, aves e insectos), siguiendo los estudios que dicen que en un ambiente verde la recuperación en los pacientes es más rápida.
Diversas investigaciones de distintas universidades de todo el mundo demuestran cómo el contacto con la naturaleza beneficia la salud humana. Por ejemplo, una caminata por el bosque puede: bajar la presión arterial, bajar los niveles de adrenalina en la sangre, disminuir la ansiedad, mejorar la concentración y la memoria, mejorar el estado de ánimo, reducir la probabilidad de sufrir depresión, hipertensión y enfermedades cardiovasculares.
Biofilia y nutrición
Dentro de la nutrición podemos aprovechar estos beneficios antes descritos y aquí te dejo algunas recomendaciones sencillas:
- Empieza por emprender tu propio huerto. Si cuentas con un espacio pequeño esto no es un impedimento para empezar a cultivar y cosechar tus hierbas y vegetales, puedes hacerlo en maceta o directamente en la tierra. El ver crecer y alimentarse con sus propios alimentos es muy benéfico para la salud física y mental.
- Presenta platos coloridos. Los colores hacen que un platillo sea agradable no sólo al paladar sino a la vista y por lo tanto afecta de manera positiva al comensal.
- Invita a tus hijos a la selección y preparación de los alimentos. Sobretodo si tienes niños, el incluirlos en estas actividades ayudará a que se animen a probar nuevos sabores y formas de preparación de alimentos, haciendo su dieta más variada.
- Cuida la presentación de tus alimentos. Seamos creativos al momento de presentar un platillo. Recordemos que de la vista nace el amor. Por ejemplo, puedes utilizar hojas de lechuga como base en algunos platillos o flores comestibles para decorar y dar sabor a algunos platillos.
- Decora con algunas flores o frutas tu mesa. Un ambiente agradable al momento de la comida se ha visto que tiene un impacto positivo en la digestión de los alimentos.