Desde que somos niños, nuestros papás nos enseñan la importancia de invertir. Nos enseñan que 5 pesos pueden convertirse en 50 pesos y que siempre es importante pensar en nuestro futuro cuando hablamos de temas económicos.
La realidad es que a lo largo de la vida invertimos en distintas cosas como en nuestra educación, en un carro o en una casa y lo hacemos porque sabemos que en nuestro futuro será de gran ayuda. Pero se nos olvida invertir en lo más importante: Nosotros mismos.
En los últimos años (y específicamente después de la pandemia), ha habido un aumento en los porcentajes de insatisfacción laboral alrededor del mundo. Cada vez son más las personas que reportan sentirse desconectadas, sin sentido de vida y con altos niveles de estrés relacionado al ámbito laboral. Durante mucho tiempo se creía que este tipo de resultados no afectaban a la salud de las personas, pero diversos estudios han demostrado que hay una gran relación entre lo que hacemos todos los días y nuestro nivel de bienestar.
¿Qué está pasando con nosotros? ¿Qué estamos haciendo mal como para que los números sigan aumentando de una forma tan alarmante? Esto demuestra cómo en muchas ocasiones se nos olvida la importancia de invertir en nuestro capital personal, antes que en el capital económico.
Yo tuve la oportunidad de estudiar la carrera de Nutrición y Bienestar Integral y en muchas ocasiones las personas piensan que es una ciencia que solo abarca la parte de la alimentación física, pero la realidad es que un ser humano tiene que nutrirse desde diferentes ámbitos como en nuestro bienestar emocional, nuestro bienestar social y muy importante también, nuestro bienestar profesional.
La realidad es que todos necesitamos algo que hacer, algo que anhelar y algo que nos motive a salir de la cama todos los días. El tiempo que dedicas e inviertes a diario se convierte en tu identidad y en tu razón de existir.
Pasamos la mayor parte de nuestras horas durante la semana haciendo algo que consideramos una carrera, ocupación, vocación o trabajo. Cuando las personas se conocen por primera vez, se preguntan entre sí: “¿A qué te dedicas?” Si tu respuesta a esa pregunta es algo que te resulta satisfactorio y significativo, es probable que tengas un buen bienestar profesional.
¿Te gusta lo que haces todos los días?
Esta pregunta suele parecer una muy básica y sencilla que podemos hacernos a nosotros mismos. Sin embargo, un estudio de la consultora Gallup reporta que solo el 20% de las personas puede contestar “si” a esta pregunta. El problema, es que dedicamos muy poco tiempo a reflexionar y cuestionar si realmente estamos disfrutando de nuestro trabajo o si encontramos un sentido en lo que hacemos día con día.
Mucho del conocimiento con el que hemos crecido y lo que la cultura llegó a fomentar durante muchos años, era que el trabajo era algo que no “debíamos” de disfrutar. Como resultado, las personas buscaban estar la menor cantidad de tiempo posible comprometidos en sus tareas y contaban las horas para dejar de trabajar. Hoy en día, el pensamiento ha cambiado y ahora buscamos oportunidades de crecimiento y superación en el ámbito laboral.
¿Cómo puedes invertir en tu bienestar profesional?
Una de las cosas más esenciales es asegurarte de usar tus fortalezas personales en tus actividades del día a día. No importa la naturaleza de tu trabajo, si crees que hay puestos más atractivos o que puede parecer “aburrido” para los demás. Lo importante es buscar la forma de utilizar tus dones y fortalezas en cada actividad que realices. Cuando nos enfocamos en eso y no en nuestras fallas, aprendemos y disfrutamos más.
Tal vez te puedas preguntar: ¿Cómo afecta esto a mi bienestar? Si tu disfrutas lo que haces todos los días impactará no solo en como te sientes a nivel personal, sino que tus relaciones personales van a mejorar, te sentirás con más energía para hacer ejercicio al final del día e incluso tu balance financiero se puede estabilizar. El bienestar profesional influye en todas las áreas de las persona de una manera integral y trascendental.
Esto no significa que nunca te sentirás cansado, frustrado o estresado. Trabajar constantemente sin tiempos de ocio puede ser agotador sin importar cuánto disfrutas tu trabajo. Siempre será importante que puedas buscar el balance entre tu vida personal y profesional.
Las personas que tienen un alto nivel de bienestar profesional se levantan todos los días con energía para afrontar dificultades. Sin importar en donde trabajes, cada actividad será una oportunidad para usar tus fortalezas y ponerlas en práctica.
Te invito a tomar 5 minutos de tu día y pensar si la inversión que te has dado a ti ha valido la pena, si tu capital personal ha crecido o disminuido, porque de qué sirve invertir en lo material si no vas a gozar de una estabilidad integral para disfrutarlo. Recuerda antes que todo, tu mejor inversión, eres tú.