¿Cómo toca la música al ser humano?

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Lic. Emilia T. Sánchez Salama

Psicoterapeuta

La palabra música está cargada de historia. Procede de la expresión latina “ars música” que es una copia del griego  “Mousiké téchne” y significa “arte de las musas”.  Las musas en la mitología griega se consolidaron en nueve, siendo Euterpe la musa de la música, usualmente representada con una flauta. 


La Real Academia Española tiene varias definiciones para la música, en general habla de que es melodía, ritmo y armonía combinados. Menciona una sucesión de sonidos modulados para recrear el oído. La misma RAE continúa definiéndola como el arte de combinar los sonidos de la voz humana o de los instrumentos, o de unos y otros a la vez, de manera que produzcan deleite, conmoviendo la sensibilidad, ya sea alegre o tristemente.

Escritores, filósofos, psicólogos, científicos, psiquiatras, ente otros, tienen una opinión sobre como la música es un lenguaje universal presente en toda la cultura humana. Platón, por ejemplo, decía que la música era para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo; dando reconocimiento a la relación entre la música y las emociones. Albert Einstein dijo que sí no fuera científico, probablemente sería músico ya que a menudo pensaba en la música, vivía sus sueños en la música y veía su vida en términos musicales.

El compositor Ludwig Van Beethoven decía que la música debe hacer saltar fuego en el corazón del hombre y lágrimas de los ojos de una mujer. De alguna manera coinciden en que la música no solo toca los oídos, toca el cuerpo, el cerebro, las emociones, tiene el poder de sacudir el alma y también la sostiene ofreciendo un bálsamo de clama.

Escuchamos música desde el vientre materno; y los estudios neurocioentíficos apuntan que los bebés tienen capacidad de responder a las melodías incluso antes que a una comunicación verbal con sus padres. Los niños prematuros que no pueden dormir o que se muestran inquietos en la incubadora, se ven beneficiados por sonidos que imiten los latidos del corazón de la madre, y tanto ellos como cualquier bebé suelen relajarse y conciliar el sueño con sonidos musicales suaves. Esto se da por que la música relajante y la clásica, disminuyen los niveles de cortisol, la hormona del estrés, en el torrente sanguíneo. A la par se estimula la liberación de endorfinas, sustancias que generan sensación de bienestar. La presencia en edades tempranas de la música fomenta el desarrollo intelectual y creativo del ser humano. Favorece el aprendizaje del lenguaje, propicia la creatividad y también refuerza las relaciones afectivas.

La música toca fibras del ser humano a nivel cerebral dando como resultado reacciones psicofisiológicas como la liberación de hormonas que cambian nuestro ritmo cardiaco y pulsaciones, libera energía reprimida, sensibiliza e invita a moverse. Por eso desde la antigüedad a épocas actuales, se usa para motivar a guerreros antes de ir al combate, para incentivar a jugadores de equipos deportivos y está presente en rituales espirituales o religiosos. Incluso aparece en el cine para intensificar las emociones del espectador así como se vuelve compañera en el día a día en nuestras casas, oficinas, coches, salas de espera, y por eso ha sido llamada por algunos la banda sonora de la vida.

El rubro de la salud se apoya en la música con el fin de mejorar o recuperar las funciones cognitivas, físicas, emocionales y sociales. Se ha visto que ayuda a retardar el avance de ciertas enfermedades o trastornos. Las investigaciones sugieren que escuchar o cantar canciones puede proporcionar beneficios emocionales e incluso conductuales en pacientes con Alzheimer. Las áreas cerebrales claves relacionadas con la música suelen ser de las menos afectadas por la enfermedad, por lo que la persona mantiene la mayor parte de sus recuerdos y gustos musicales. Actualmente se propone que dichos pacientes sean estimulados con música que ellos solían gozar y que esté relacionada a momentos felices. Esto ayuda a calmar el estrés y agitación que la enfermedad produce. Incluso fomenta el movimiento en dichas personas mejorando su ánimo.

La musicoterapia se refiere al uso clínico de la música y sus elementos, por un musicoterapeuta calificado con un paciente o grupo; es un proceso diseñado que pretende facilitar la comunicación, las relaciones, el aprendizaje, el movimiento y la expresión. Se ha visto que logra estimular funciones deterioradas o disminuidas y realzar otras. Los resultados en las personas suelen ser significativos ya que escuchar música activa casi todas las regiones del cerebro. Los estudios de neuroimagen muestran que hay un impacto importante en el área de emoción, recompensa, cognición, sensación y movimiento. Incluso tiene influencia en cómo el cerebro distribuye sustancias químicas que influyen en nuestros estados anímicos.

Los recuerdos que más persisten son aquellos que se relacionan a emociones intensas y la música está altamente ligada a ellas. Por eso es importante elegir a conciencia el tipo de música que seleccionamos como compañera en nuestros días. A través de una canción tenemos acceso a tocar desde nuestra tristeza hasta nuestro enojo, excitación, alegría o más. La música suave puede ayudarnos a relajarnos y concentrarnos, incluso a guiarnos a adentrarnos a estados meditativos. Puede llevarnos a un viaje interior que acompañado de ella se hace más enriquecedor.

Por otro lado, los estilos de música más contundentes en ritmo nos invitan a ejercitarnos y soltar el cuerpo. Pueden ayudar a liberar emociones reprimidas y apelmazadas en el cuerpo en forma de contracturas que no nos permiten fluir naturalmente. Cuando liberamos esas áreas de nuestro cuerpo, dejamos ir emociones que a veces no sabemos expresar verbalmente y entonces el flujo de la vida vuelve a recorrer nuestro cuerpo de manera natural. Así que merecemos bailar, movernos, cantar la canción, liberar la emoción que la música ayuda a drenar. Cuando no sepamos qué decir o cómo expresarnos, elegir una canción o melodía puede ayudarnos a conectar con nosotros mismos y a expresarnos, ya que “donde las palabras fallan, la música habla”. 1

1.Hans Christian Andersen.