De shopping
al vivero

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Rosana Rimada de la Fuente

Ros Dream Garden

Si tienes ese rincón en tu casa que por más que lo decoras te das cuenta que le falta algo. Si quieres darle ese toque de color a tu terraza, ponerle vida a tu espacio o necesitas transformar tu jardín, ha llegado ese momento, el momento de ir de shopping al vivero.

Para que tu experiencia plantil sea todo un éxito, te voy a dar algunas recomendaciones y verás que poco a poco te transformarás en el señor o señora de las plantas.

Antes de ir al vivero

Estudia el espacio que quieres transformar; es importante que tomes en cuenta varios aspectos para comprar las plantas adecuadas a él.

• Si el espacio está en interior o exterior.

• Si quieres tus plantas en maceta o directamente en la tierra.
• El asoleamiento del lugar (si le da sol directo y en qué horario).
• Las medidas de la superficie qué quieres abarcar.
• El presupuesto que tienes para tu nuevo proyecto. Toma en cuenta si vas a necesitar algunos insumos como macetas, sustrato, tierra, abono, etc.

Si tienes en mente algunas especies en particular puedes darte un clavado al internet para buscar sus características de cultivo y ver si son apropiadas para tu espacio, búscalas por su nombre científico y coloquial ya que seguramente será este último el que manejen en el vivero.

En el vivero

Te recomiendo ir temprano por la mañana o cuando el clima sea más agradable y al llegar darte una vuelta para observar y disfrutar de él. Esto también te ayudará para ir ubicando las diferentes secciones qué hay: plantas de sol, las de sombra, herbáceas, suculentas, y demás.

Me encanta llegar a la sección de suculentas y ver toda esa gama de formas y colores. Es como un mar de plantas esperando a irse conmigo a casa.

Ya después, te puedes enfocar en la sección que te interesa e ir escogiendo las plantas que te gusten más, ya te imaginarás en qué sección me planto a observar por horas. Con el tiempo me he vuelto una experta en encontrar especies de suculentas poco comunes, de esas joyitas escondidas.

Puedes pedir ayuda a algún encargado para saber precios, encontrar alguna especie en particular o preguntar nombres y características de cultivo, por ejemplo: cuánto sol reciben; el tipo de riego (cada cuánto y la cantidad); el tamaño que alcanza en su etapa adulta -para que no tengas que trasplantar después-. Si tienes acceso a internet puedes corroborar los datos que te dieron ya que en algunos casos no coinciden bien con las plantas que te están vendiendo.

Ya que elegiste esas plantitas especiales, qué más bien parece que ellas te eligen a ti, revisalas por todos lados para que puedas detectar si tienen alguna plaga o algo que no te guste. La mayoría de las plagas se esconden en el envés de las hojas, flores y en los brotes tiernos de la planta. Si notas algo raro mejor elige otra hasta que quedes completamente satisfecho. Y ahora sí, estás listo para llevarlas a casa.

Ya en casa

Primero hay que aclimatar tus nuevas adquisiciones. Colócalas en un lugar iluminado pero sin sol directo para evitar quemaduras y apartadas de las demás plantas; esto sería una especie de cuarentena.

Después de una semana ya puedes trasplantar. Si son de sol, recuerda aclimatarlas poco a poco, ubicarlas a qué reciban una hora de sol diaria durante unos días y así, ir aumentando la duración de exposición solar. Siempre observa que no se quemen ni deshidraten; a la primera señal de quemadura en alguna de las plantas regrésala a la posición anterior hasta que se adapte. Este procedimiento siempre es más difícil en verano o en invierno; se recomienda realizar todas las labores de jardinería en primavera u otoño, ya que el clima es más agradable y las plantas se adaptan con más facilidad.

Si son suculentas, se riegan una semana después del trasplante ya que puede haber alguna herida en la raíz o tallo y así, le damos tiempo de cicatrizar en el sustrato seco. Si es otro tipo de planta puedes regar inmediatamente después de trasplantar.

Recuerda aplicar algún abono a tus plantas como el lixiviado de lombriz cada cambio de estación, tus plantitas te lo van a agradecer.

Ahora sí a disfrutar de ese espacio lleno de vida que poco a poco se va a ir convirtiendo en un hermoso hobbie. Te aseguro que vas a regresar de shopping al vivero más pronto de lo que crees.