El gran ¡Ahhh!

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Marla López

Sexóloga

¿Qué pasa conmigo? ¿Tengo algo malo? ¿por qué no puedo llegar al orgasmo? Esto lo escucho muy seguido de parte de las mujeres que me consultan y de igual manera los hombres me preguntan ¿por qué no puedo hacer que se venga? ¿qué hago mal? ¿qué puedo hacer para que lo logre? 


La palabra orgasmo viene del griego orgao, que significa estar lleno de ardor. Es un estremecimiento intenso y culminante. Surge tras una acumulación de excitación concentrada en los órganos sexuales, la cual al ser liberada provoca un estado de relajación y satisfacción.

Pero, ¿por qué la mayoría de las mujeres batallan tanto en llegar al orgasmo? La respuesta es la educación sobre sexualidad que hemos recibido llena de prejuicios, tabúes, culpas y miedos. A las mujeres se nos ha reprimido nuestra sexualidad; nos enseñan a desconfiar de nuestro cuerpo, nos hacen creer que la responsabilidad de nuestro placer es de la pareja y que no nos merecemos sentir placer; por lo tanto llegar al orgasmo a veces parece imposible de lograr.

Algunos de los miedos que tienen las mujeres que no pueden alcanzar el orgasmo están relacionados con lo siguiente:

• Perder el control
• Culpabilidad sexual 
• Represión del placer por creencias 
religiosas y culturales
• Falta de conocimiento del propio 
cuerpo
• Ansiedad
• Depresión 
• Tensión corporal

Por otra parte, existe un desconocimiento de la anatomía sexual de la mujer y de los puntos placenteros en ella. Según una investigación de la Universidad de Chicago casi el 70% de las mujeres no son capaces de alcanzar un orgasmo solo con la penetración. Esto es un dato importante, pues tanto hombres como mujeres se han obsesionado con la idea de llegar juntos al orgasmo al tener relaciones coitales. Esto no quiere decir que no lo puedas lograr, sí puedes llegar al orgasmo con la penetración, pero se necesita mucha práctica. ¿Qué es lo que sucede? Sólo tenemos sensaciones en el primer tercio de la vagina, no por nada muchas mujeres disfrutan mucho de la estimulación con el dedo o la lengua, pues alcanzan a estimular esa zona y el clítoris. El clítoris es muy importante, ya que contiene ocho mil terminaciones nerviosas que causan inmenso placer. De ahí que, si quieres llegar al orgasmo teniendo relaciones sexuales, debes estimular tu clítoris, ya sea con tus dedos, los de tu pareja, así como con un vibrador o haciendo posiciones donde logres estimularlo.

Según los taoístas sólo entre un 15% y 25% de las mujeres son multiorgásmicas. Lo que las diferencía es que ellas se masturban, disfrutan del autoplacer, se han explorado, se conocen, por lo tanto han explorado más su sexualidad y reconocen partes de su cuerpo que las hacen vibrar, guiando a su pareja para que explore su mapa sexual (puntos de placer, zonas erógenas). La mujer multiorgásmica no sólo se estimula físicamente, sino también mentalmente y pide lo que desea dirigiendo las manos, el pene o la boca de su pareja hacia donde ella desea.

En síntesis, el orgasmo requiere que abandones tus prejuicios para permitirle al cuerpo moverse como desee, sin ejercer un control consciente sobre él. Cuando sientas que tus pensamientos están invadiendo tu mente, que no te están permitiendo sentir, concéntrate en tu respiración y en la de tu pareja para que vuelvas al aquí y el ahora, y entonces, vuelvas a sentir.

¡Todas las mujeres somos capaces de llegar al orgasmo!