Hola hola, aquí estoy otra vez compartiendo este trocito de mi. En esta ocasión voy a compartirles un Podcast que lleva mucho tiempo en mi vida, pero que precisamente en el capítulo que vivo ahora, es una parte importante que me ayuda a conectar conmigo y a hacer esa pequeña reflexión en donde trabajo más en mi interior, que ahora me pide más atención.
Vivimos en una sociedad donde se persigue mucho el reconocimiento, el llegar, en lo que hago, en mi éxito… tenemos rutinas con mucha exigencia, queriéndolo hacer todo y nos cuesta decir que no, hasta llegamos a sentir que vivimos en “piloto automático” ¿te has dado cuenta que a veces llegas de un punto a otro y ni siquiera sabes por dónde pasaste?
Cuando entramos en este espiral pocas veces volteamos a nuestro interior, paramos y pensamos que más allá del hacer de la vida, está lo que venimos a SER a esta vida, nuestro IKIGAI (1). Esa esencia de quienes somos independientemente de lo que hacemos y con la que pocas veces conectamos.
Del cuerpo físico poco hablaré, ya que ese lo tenemos bien conocido, algunas veces lo cuidamos más y otras menos, pero es muy importante, pues es el que nos acompañará el resto de nuestra vida y quien guarda ese precioso tesoro que tenemos dentro: nuestra alma, que es a lo que yo le llamo cuerpo espiritual.
Todos tenemos un alma. Cuando morimos, es nuestro cuerpo físico el que muere, y esa pequeña parte de nosotros, nuestro espíritu o alma, esa trasciende y nunca muere. No voy a entrar en detalle porque habrá quien crea y quien no en otras vidas, en la vida más allá de la muerte, o en la reencarnación, pero quería dar esta pequeña introducción para contarles sobre por qué recomiendo este podcast, cómo llegó a mí y lo que me aporta en estos momentos de mi vida.
Hace pocas semanas, tuve un ataque de ansiedad porque la grúa se llevó mi coche (que dejé mal estacionado afuera de mi casa de Madrid) y cuando sucedió, tuve que tomarme un tiempo para hacer memoria de cómo llegué a ese punto. Ahí paré, saqué mi celular y vi mi horario semanal donde especificaba hasta los 15’ que tenía para arreglarme en mi ajetreado día que empezaba a las 5:40 a.m.
Estaba llena de actividades, meditaciones, trabajo, estudio, ejercicio, rutina de los niños. Llegar a todo, estar en todo, exigirme demasiado.
Yo como les comparto, escucho mi podcast al hacer ejercicio, pero me di cuenta que lo hacía incluso para “eficientar” mi tiempo, y no podía ni recordar la última vez que había salido a correr así, sin más, escuchando mis pisadas y el canto de los pajaritos al amanecer.
Esto no quiere decir que “esté mal o bien hecho” simplemente paré y me di cuenta que vivía en un estado de exigencia, regido por un piloto automático para incluso, no tener que “perder el tiempo” observando y viviendo el presente, la magia de lo que me puede tener la vida si aprendo a dejarme sorprender por ella.
Hace unos años, y después de 24 años de estar con mi marido (16 de casada), tuve esa necesidad de trabajar la relación de pareja, pues entre los cambios de país, culturas, casa, trabajos, niños, y que cada uno evoluciona a su ritmo, me sentía incómoda, cada vez llegaban más sentimientos que me llamaban a atenderlos.
Mi alma quería hacerse escuchar.
Y entonces llegó a mi el Podcast que les comparto hoy, de Durga Stef.
Durga se dedica desde el 2008 a construir una comunidad compartiendo las enseñanzas espirituales de su maestro Ram Dass, que aplica en su vida como mamá de 3 hijos y su marido, Shivananda (ambos sus nombres espirituales) en Valle de Bravo que es donde vive. Tiene una maestría en Harvard, fue profesora y formadora de profesores de yoga, es speaker, maestra, y entre más cosas, la creadora de “Conversaciones del alma”, un podcast que me ha acompañado en varios capítulos de mi vida y que en todos y cada uno de ellos me ha sembrado una enseñanza que ha ido marcando mi caminar.
En él platica, de una manera muy cercana, su proceso de crecimiento, a través de su propia experiencia, su aprendizaje y su camino en la vida, utiliza metáforas, cuentos, historias y su Método de Claridad (2), entre muchos temas, pero todo unido al trabajo que viene a hacer nuestra alma a este mundo, que es crecer y desarrollarse, a través de esta experiencia humana, que constantemente nos pone retos y situaciones para obligarnos a evolucionar. Como dice ella, “si se siente incómodo o duele, es porque estás creciendo”.
Saca un episodio nuevo cada semana, suelen tener una duración aproximada de media de media hora, y son deliciosos para escuchar.
Tengo que decir, que antes lo escuchaba y me hacía reflexionar, pero ahora, desde aquél día que paré por completo a mirar en mi interior, me ayuda a poner CONSCIENCIA en lo que hago en cada momento de mi día.
Me ayuda a recordarme lo importante que es la respiración, una de las formas en las que puedo volver a mí, a practicar estar presente, y vivirlo como lo que es, el único espacio donde podemos crear y que es a través de nuestra consciencia, aceptación e interpretación de lo que vivimos donde podremos encontrar ese amor inmenso que vive dentro de nosotros, más bien, ese AMOR QUE SOMOS, y aprender a soltar y confiar, AMAR LO QUE ES, pues hay algo superior a nosotros, que nos está sosteniendo. Y entonces, descubres que se puede vivir sin resistencia.
Podría extenderme muchísimo pues es un tema que me apasiona (aunque de la mano conlleva que me hace trabajar mucho en mí). Así que, mejor les invito a que la escuchen en cualquier plataforma de podcast de su preferencia.
Y antes de despedirme, quisiera mencionar también el nuevo podcast que sacó este año, al cual titula “Consciente tu día”, donde saca un episodio nuevo de lunes a jueves, con una duración de entre 5 y 7 minutitos. Para mí es la miel que le pongo a mi alma en el día a día, pues con pequeños mensajes, reflexiones, me ayuda a empezar mi día con una mirada interior, como su nombre lo dice poner CONSCIENCIA EN MI DÍA, y dar muerte a ese “piloto automático”.
Practicando el silencio, la meditación, cuestionar nuestros pensamientos y creencias, observar las historias que nos cuenta la mente para no engancharnos a ellas (la mayoría ni siquiera son verdad), podremos apagar un poco el ruido mental para darle espacio a esa sabiduría interna, esa que sabe quiénes somos, nuestra esencia, nuestra intuición, que se encuentra en el órgano más maravilloso de nuestro cuerpo, el corazón.
Así que no dejaré de escuchar podcasts (que aún me quedan unos cuantos por recomendar), pero ahora vivo con mucha más calma y mucho más consciente de cuál es mi verdadera intención en esta vida.
1) El término ikigai se compone de dos palabras japonesas: iki (生き), que se refiere a la vida, y kai (甲斐), que por rendaku da lugar a gai y aproximadamente significa «la realización de lo que uno espera y desea». Se utiliza generalmente para indicar la fuente del valor de la vida propia, o las cosas que hacen que la vida valga la pena.
En segundo lugar, la palabra se utiliza para referirse a las circunstancias mentales y espirituales en las que las personas sienten que sus vidas son valiosas.
2) CLARIDAD. Curso credo por Durgastef donde comparte, entre otras herramientas, la que para mí ha sido la más poderosa: “The Work”, de Byron Katie. Con esta metodología, aprendemos a cuestionar nuestros pensamientos y descubrimos el poder que tienen las emociones que despiertan en nosotros para darnos una clave de eso que podemos conocer y trabajar de nosotros mismos, para aceptarnos, amarnos, mejorar como seres humanos y poderosamente transformar nuestra percepción y la relación que tenemos con los demás.