En el universo siempre hay algo que está naciendo y también algo que está muriendo. Todo funciona a través de ciclos… Siempre hay algo que inicia y algo que termina.
Nacen y mueren personas, animales, plantas, planetas, galaxias, días, años, siglos, civilizaciones, etc., y eso es perfecto. Es parte del proceso de renovación diseñado por el Padre.
Al nacer se produce la acción y al morir la recuperación.
Hay que concentrarse siempre en lo que nace; en lo que inicia…
Ahí tenemos más posibilidad de actuar ya que las energías son más altas.
• A lo que termina despídelo con agradecimiento por el aprendizaje que deja en ti…
• A lo que inicia dale una gran bienvenida y reconoce la maravillosa oportunidad que se te ofrece para aprender a hacer las cosas mejor.
El 2022 llegó a su fin…
Obsérvalo y evalúalo. Valora todo el aprendizaje que tuviste tanto en los momentos lindos como en los difíciles. Dale las gracias y suéltalo. Déjalo ir.
El 2023 acaba de nacer…
Concéntrate en él. El pasado no te sirve sino para evaluar. A ti lo que te sirve es el presente que es donde puedes actuar.
Pero no lo veas sólo como un año más. ¡Valóralo!
Tiene 365 maravillosos nuevos días que te ofrecen la oportunidad de hacer las cosas mejor que como las has venido haciendo hasta hoy. 365 nuevas oportunidades.
¿Qué piensas hacer con ellas?
¿Qué planes tienes?
No las desperdicies. No las vivas en automático.
Hazte consciente de ti, de tu desarrollo espiritual, de las decisiones que tomas y de tus resultados.
• Traza un plan…
• Fija un rumbo…
Que cuando el año termine puedas ver con alegría que avanzaste y que ahora estás más cerca de la meta.
Te propongo tres ejercicios para el 2023 que te darán maravillosos resultados:
• Renuncia a querer cambiar a nadie para que se adapte a lo que a ti te gustaría. Deja ese mal hábito y trabaja el respeto y la aceptación.
• Renuncia a culpar a nadie de lo que tú sientes o de lo que te pasa. Deja el papel de víctima y asume tu vida.
• Renuncia a querer que se haga tu voluntad. Valora lo que tienes y acepta que lo que no tienes es porque no te corresponde.
No te desgastes por cambiar lo externo…
Mejor trabaja en ti para que no te afecte.
El trabajo siempre es interno. Los cambios se hacen dentro de cada quien. Lo de afuera no es sino una proyección de lo que hay dentro de ti.