Lagunero de corazón, Hugo nos habla en entrevista exclusiva sobre el Cancer, el Triángulo De Oro y por qué tu Sistema Inmune es el mejor amigo que puedes tener.

Hugo De La Peña; el hombre y el profesionista

Soy el hijo de un padre al que describo como al hombre mas íntegro en mi vida. Integridad para mí significa hacer las cosas bien a pesar de que nadie te esté viendo. Soy el hijo de una madre a la que describo como increíblemente simpática y con una gran vista panorámica de la vida (the helicopter view). Soy hermano de dos grandes hombres a quienes más quiero, respeto y mejor nos llevamos, entre más grandes nos hacemos. Soy el esposo de una mujer que a pesar de haber tenido 3 embarazos difíciles, se desvive por nuestros hijos y todavía le queda energía para ser la Directora de Inmunología en el Hospital de la Reina Alexandra en Inglaterra.

Como profesionista, fui el primer lugar de la Carrera de Medicina en Torreón y soy una de las muy pocas personas en el mundo que pertenecen al Triángulo de Oro de Inglaterra, con Doctorado en la Universidad de Londres, Postdoctorado en la Universidad de Cambridge y Especialista en Cáncer por la Universidad de Oxford (Londres, Cambridge y Oxford: The Golden Triangle). Pertenezco al Colegio Real de Medicina Británico, he ganado el Joven Científico del Año en Europa 2 veces y pertenezco a la Red de Talentos Mexicanos de la Gran Bretaña.

Infancia y Adolescencia

Nací en la Ciudad de México, pero me considero lagunero a pesar de vivir los últimos 15 años en Inglaterra. Considero la prepa como una de las mejores etapas de mi vida en la que formé mis más valiosas amistades a la fecha, a pesar de estar tan lejos. En la Pereyra, con los Jesuitas, viví experiencias increíbles, perdí y recuperé la Fe en Dios y en la gente muchas veces, fui misionero en las Islas Marías, en la cárcel de Torreón y Gómez, ganamos torneos nacionales de futbol, fui capitán del equipo de voleibol, choqué carros multitudes de veces, rompí corazones (y viceversa por supuesto), me rompí la frente, reí, bailé, imitaciones de artistas, encuentros, graduaciones, viajes, excesos de juventud, etc. La adolescencia es muy difícil, pretendes tener y proyectar toda la confianza del mundo, pero al mismo tiempo tienes muchos miedos e inseguridades como cualquier otro.

Pasiones aparte de la medicina e investigación

Viajar, conocer lugares y culturas diferentes cuando puedo. No he perdido la capacidad de asombro, pero claro, mi pasión más grande son mis dos niñas y mi niño, (the gifts that keep on taking rather than giving). Mi trabajo número uno es hacerlos gente decente y guiarlos en seguir sus propios sueños. Anna, la grande, es idéntica a mí (física y emocionalmente), tiene fuego en la sangre. Natalia, la mediana, es la intermediara, la calmada, la pensadora, la que seguramente va a trabajar para Las Naciones Unidas resolviendo conflictos internacionales, y Santiago, el chiquito, es simplemente una total adoración, un rayo de sol, sonriente todo el tiempo, lleno de sueños y energía.

Cómo es que terminé en Inglaterra

Fue todo muy a última hora la verdad, yo estudié medicina con la idea muy clara de curar cánceres. Cuando me gradué de Medicina, 5 de nosotros fuimos invitados a Londres a un verano de investigación y llegamos al centro de transplantes de médula ósea más importante de Inglaterra, que pertenece a la Universidad de Londres. Esa experiencia, al menos a mí, me hizo probar sangre dulce, porque por primera vez entendí que el sistema inmune mata y cura cánceres. Regresando de Londres ese verano, me fui 2 años a Monterrey, donde me pude haber quedado de por vida, ya que en ese entonces, fui parte del primer grupo médico y científico que empezó la Terapia Génica contra el Cáncer en humanos en toda Latinoamérica. En ese momento me arriesgué totalmente, la Terapia Génica estaba en su “bum”, de moda, en labios de todos, era la bala dorada para curar el cáncer, la promesa, casi casi el holly grail, pero a pesar de eso, yo le aposté mejor a la Inmunoterapia antes de que se hiciera famosa. Quince años más tarde, la Terapia Génica desgraciadamente sigue sin despegar. De manera contraria, la Inmunoterapia hoy en día cura gente con cáncer diseminado, gente que hace algunos años hubiera sido imposible curar y efectivamente con una sentencia de muerte. Si la Inmunoterapia no cura, al menos prolonga la vida por varios años en vez de meses, y es por ello, que recibió el premio Nobel de Medicina en el 2019. Hemos visto solo la punta del iceberg, la Inmunoterapia está para quedarse, éste el principio y lo mejor está apenas por venir.

Cuando me gradué de medicina, recibí muchos premios por parte de la Facultad de Medicina, el Presidente Municipal, el Gobernador del Estado y otras personalidades. Fue así que platicando con gente de todos niveles, empecé a entender el valor de las colaboraciones y lo importante que es ser honesto y amable con todos, porque nunca sabes quién te puede ayudar o cerrar puertas a futuro. Platicando con el Gobernador del Estado, en una ocasión, me alentó a aplicar para mi beca de Doctorado al Conacyt y una vez otorgada, el mundo era literalmente mi ostión. Me fui a la Universidad de Londres a hacer mi Doctorado en Inmunoterapia. Y fue en mi Doctorado en Londres cuando gané los dos premios del Joven Científico del Año. Para entonces, Oxford y Cambridge me contactaron para irme con ellos.

Y es así que me fui a la Universidad de Cambridge a hacer mi primer Postdoctorado. Viví 5 años en Londres y 2 en Cambridge. En ese momento mi publicación mas importante en la revista “Science” fue aprobada y decidí irme a Oxford a terminar mi especialidad en Cancerología. Fue en ese momento que tuve que aprender medicina en Inglés y después de 6 exámenes brutales, fui reconocido como Especialista en Cancer y Miembro del Colegio Real de Medicina. Entonces decidí quedarme en Inglaterra.

En la lucha contra el cáncer…

El principal obstáculo es que cada vez vivimos más, lo cual es muy bueno, pero entre más tiempo vivimos, hay más probabilidades de desarrollar/padecer cánceres. Hace 5 años, 1 de cada 4 personas padecía de cáncer. Hoy en día es 1 de cada 2, lo cual es aterrador. Hay alrededor de 200 tipos de cánceres diferentes, pero los más comunes son alrededor de 8. Ciertos cánceres tienen una relación impresionante con la adicción al tabaco, alcohol y obesidad, pero vemos más y más frecuentemente gente joven que no fuma, ni toma, ni están obesos y desarrollan cáncer. Como nunca antes, ahora entendemos mucho de la genética detrás de la formación del cáncer. Desgraciadamente a pesar de esto, frecuentemente el desarrollar un cáncer es simple y sencillamente mala suerte. Otro obstáculo que vemos con frecuencia es que hay mucha gente que desarrolla síntomas de cáncer pero no van al doctor, por miedo o porque piensan que “al rato se me pasa”, y eso es siempre un gran error.

Cómo funciona la Inmunoterapia

Los linfocitos T, son la maquinaria letal más potente conocida del sistema inmune. Hay muchas otras células que matan, claro, pero las que matan cáncer y curan enfermedad localizada y diseminada (en órganos distantes) son las células T. Hoy en día sabemos que toda persona sana (tu y yo) montamos respuestas inmunes contra cánceres durante nuestra vida y crecimiento. Durante nuestra vida, células normales se convierten en malignas debido a mutaciones genéticas, exposición a la dieta moderna, al sol, al tabaco, al alcohol, etc. A pesar de esto, el sistema inmune reconoce a estas células cancerígenas y las mata, ya que una vez que una célula normal se convierte en cancerígena, su apariencia es totalmente diferente a la célula normal original. Para que un cáncer se desarrolle, esas células cancerígenas originales deben aprender a esconderse del sistema inmune, y solo así es que un cáncer se desarrolla y crece. Las personas con cáncer tienen ejércitos de linfocitos T específicos contra ese cáncer, pero las células T, a pesar de que están presentes, no atacan y por lo tanto no matan. La Inmunoterapia bloquea estos mecanismos de escape que el cáncer desarrolla y facilita la interacción entre las células de cáncer y los linfocitos T. Una vez que el cáncer ya no es invisible, el sistema inmune del propio paciente mata al cáncer sin importar dónde se esconda. Y es así que podemos ahora curar cáncer diseminado que se ha ido a otros órganos.

La Inmunoterapia ha reemplazando a la Quimioterapia (que es tan tóxica) en el tratamiento de muchos cánceres. Está revolucionando la manera en que tratamos el cáncer y es ya, la primera línea de tratamiento en cáncer de pulmón, riñón, melanoma, vejiga, triple negativo de mama, etc.

Es posible que se puedan garantizar los resultados…

En cierta manera y en ciertos cánceres sí, ya que usamos medicina basada en evidencia y es posible dar estadísticas muy acertadas a nuestros pacientes en cuanto a pronóstico de vida, con y sin tratamiento.

En cuanto a investigación, dónde me encuentro…

En este momento sabemos que la Inmunoterapia puede curar pacientes con cáncer diseminado y sabemos que son los linfocitos T los que se encargan de matar a las células cancerígenas, lo que nadie en el mundo sabe, y me refiero a nadie, es lo que los linfocitos T ven en la superficie de las células malignas para matarlas. Sabemos que son péptidos (proteínas) pero no sabemos cuáles. Cada cáncer tiene una huella digital única basada en péptidos específicos y característicos de cada cáncer, pero no sabemos cuáles son y esto es importante porque a la fecha, con la Inmunoterapia, estimulamos a una gran mayoría de los linfocitos de una persona y esto puede tener efectos secundarios muy severos. Con la Inmunoterapia podemos (sin querer) iniciar respuestas inmunes contra partes u órganos del cuerpo humano por error, entonces los pacientes desarrollan enfermedades autoinmunes que pueden ser letales. Cuando entendamos qué proteínas son vistas por el sistema inmune, nuestros tratamientos contra el cáncer serán totalmente específicos y curaremos a la mayoría de nuestros pacientes sin causar efectos secundarios, y eso para mí, es el holly grail en la terapia contra el cáncer. Mi investigación está basada en encontrar esas huellas digitales únicas de cada cáncer.

Que me impulsa….

Cáncer es la enfermedad mas brutal que existe, destruye familias, no respeta edades ni clases sociales, 1 de cada 2 personas desarrolla cáncer y eso significa que más de un miembro en cada familia será afectado. El saber que hoy podemos curar cáncer diseminado en nuestros pacientes es suficiente para mí ser especialista en esta enfermedad y levantarme cada día, pero saber que estamos tan cerca de encontrar la huella digital de cada tipo, me permite decir que pronto el cáncer será una enfermedad crónica en vez de mortal y eso para mí significa todo.

Influencia de pensamientos y sentimientos en tu salud…

Importantísimo, créeme cuando te digo que tu sistema inmune es el mejor amigo que tendrás en toda tu vida. El sistema inmune reconoce y mata cáncer y si algún día tienes la mala suerte de enfrentar cáncer diseminado, tu sistema inmune es el único que te podrá curar de esa terrible y brutal enfermedad. Es por tanto que lo mejor que puedes hacer para mantenerte vivo, sano y libre de cáncer, es cuidar a tu sistema inmune. El estrés excesivo y la depresión afectan al sistema inmune y cualquier evento que lo disminuya, favorece el crecimiento y desarrollo de esta enfermedad. Es por eso que el bienestar mental es importantísimo en la lucha contra el cáncer.

Bien dicen que el tamaño y la grandeza del héroe depende de la grandeza y el tamaño del villano.

El villano es el cáncer, el héroe es tu sistema inmune.