Kala-Katha (el tiempo cuenta…)

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Yogendra Swaraj Sharma

Profesor en la UNAM y Centro Cultural de la India

“No nace ningún árbol sin que haya una semilla…” (Mahabharata)


Bienvenidos a esta primera sección de KALA-KATHA: el Tiempo cuenta… Antes de empezar, quisiera aclarar que el verdadero conocimiento reside en el silencio. El silencio interrumpido por las palabras merece estar contextualizado. Corriendo el riesgo de ser interpretado equivocadamente, el Tiempo cuenta que:

Después del fin de la batalla de Mahabharata, en la búsqueda de consuelo, Yudhishthira (la personificación de la ética) va con su tío abuelo, Bhishma, quien ha vivido una vida larga llena de todo tipo de experiencias. A pesar de que Bhishma le impartiera el conocimiento sobre política, ética y el arte de gobernar al pueblo, Yudhishthira no halla la paz puesto que se culpa de la masacre que sucedió durante la batalla. El rey vencedor le pide al viejo sabio que le diga cómo salir de este sentimiento de culpa.

El viejo sabio le narra esta historia: Érase una vez una anciana de nombre Gautami, que poseía una gran paciencia y tranquilidad mental. Un día encontró a su hijo muerto como consecuencia de haber sido mordido por una serpiente. Un furioso cazador de ave, llamado Arjunaka, ató a la serpiente con una cuerda y la llevó ante Gautami. Entonces él le dijo: “Esta desgraciada serpiente, ha sido la causa de la muerte de tu hijo. Dime rápidamente cómo se destruirá esta desgraciada. ¿La tiraré al fuego o la haré pedazos? Este infame destructor de un niño no merece vivir más.”

Gautami responde: “Libera a la serpiente. No merece la muerte en tus manos. No se va a revivir mi hijo matando a esta criatura.”

El cazador dice: “Se adquiere consuelo eliminando la causa de nuestro sufrimiento”.

Gautami, de alma elevada, aunque incitada repetidamente por el cazador de aves para la destrucción de la serpiente, no se dejó llevar por su dolor. La serpiente, dolorosamente atada con la cuerda, suspirando un poco y manteniendo su compostura con gran dificultad, pronunció estas palabras lentamente, en voz humana: “Oh, tonto Arjunaka, yo no tengo la culpa. No tengo voluntad propia, y no soy independiente. Mrityu (la Muerte) me envió a este encargo. Yo solo fui el agente de Mrityu. Por lo tanto, si hay alguien responsable de este acto, es Mrityu.”

Después de una discusión entre la serpiente y Arjunaka, el propio Mrityu apareció allí y se dirigió a la serpiente: “Guiado por Kala (el Tiempo), yo te envié esta misión, y ni tú ni yo somos la causa de la muerte de este niño. A pesar de que las nubes son arrojadas aquí y allá por el viento, soy como las nubes, oh serpiente, influenciada por Kala.”

Entonces la serpiente, dirigiéndose a Arjunaka, dijo: “Has escuchado lo que ha dicho Mrityu. Por lo tanto, no es correcto que me atormentes, que soy inocente, atándome con este cordón”.

El cazador dijo: “Te he escuchado, oh serpiente, así como a las palabras de Mrityu, pero éstas, oh serpiente, no te eximen de toda culpa. Mrityu y tú son las causas de la muerte del niño”.

Mrityu dijo: “Ninguno de los dos somos agentes libres, sino que dependemos de Kala, y estamos ordenados para hacer nuestro trabajo designado. No deberías encontrarnos culpables si consideras este asunto a fondo”.

Entonces Kala llega a esa escena habla así: “Ni Mrityu, ni esta serpiente, ni yo, oh cazador, somos culpables de la muerte de ninguna criatura. Somos simplemente las causas del evento. Oh, Arjunaka, el Karma de este niño formó la causa de nuestra acción en este asunto. No hubo otra causa por la cual este niño llegó a su muerte. Se ha encontrado con la muerte como resultado de su Karma. Todos estamos sujetos a la influencia de nuestro karma respectivo. El karma es una ayuda para la salvación, y también es un indicador de la virtud y el vicio en el hombre”.

“Así como los hombres hacen de un trozo de arcilla lo que quieran hacer, incluso así los hombres alcanzan diversos resultados determinados por el Karma. Como la luz y la sombra están relacionadas entre sí, también lo están los hombres relacionados con el Karma a través de sus propias acciones, por lo tanto, ni eres tú, ni yo, ni Mrityu, ni la serpiente es la causa de la muerte de este niño. Él mismo es la causa aquí”.

Gautami dice: “Ni Kala, ni Mrityu, ni la serpiente, son la causa en este asunto. Dejemos que Kala y Mrityu se retiren de este lugar, y tú también, oh Arjunaka, libera a esta serpiente”.

Reflexión: No es sabio ver un acontecimiento hasta donde alcancen nuestros ojos y nuestra mente individual. Un suceso individual es una parte en la cadena sin fin de acontecimientos; una vida individual es parte de la Vida Cósmica que no siempre nuestras capacidades pueden percibir. Liberemos a esta serpiente a la que culpamos de nuestro sufrimiento.