La Esperanza: una luz en la oscuridad

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Lic. Mely González Morado

Lic. Mely González Morado

“La Esperanza no muere al último, sino que nace cuando todo lo demás ya murió”

Pablo Fernández Ch

La incertidumbre, el miedo, las pérdidas, la muerte, los problemas económicos el encierro en el que estamos viviendo a causa de la pandemia nos han provocado en ocasiones eventos de angustia y ansiedad.

Estas maneras de estar pintan la vida de negro, color que significa la ausencia de todos los colores, y podemos ver la vida oscura, sombría, desesperanzada, tener pensamientos negativos, es decir tener la visión de penumbra.


La esperanza brota en plena oscuridad, y está compuesta de un elemento opuesto a ella: la luz, por eso se habla de un “rayito de esperanza” o de “la luz al final del túnel”, o de esperar “el alba tras la noche”. La esperanza no tiene ninguna explicación de causa y efecto, en este sentido la esperanza se presenta como un milagro.

La esperanza no es una expectativa, las expectativas llevan a la frustración, las expectativas se construyen conforme a planes y previsiones, es esperar algo específico y en un tiempo determinado.

La esperanza es un sentimiento de la familia de la alegría.

Como sentimiento, la esperanza es pasajera, por naturaleza es innata pero pasajera.

La esperanza es una actitud positiva hacia la vida.

Características de la esperanza

La esperanza es activa. Cuando en la oscuridad surge la luz de la esperanza, despierta el deseo de hacer, y se abandona la apatía y la angustia.

La esperanza es paciente. No espera algo concreto (expectativa), espera algo mejor, espera que las cosas estén bien.

La esperanza se siente. Las personas con esperanza tienen una “energía vital”, sienten alegría, alegría sutil y permanente.

La esperanza te actualiza. Gracias a la esperanza podemos actualizarnos como personas, creciendo, renovándonos y caminando hacia la luz.

La esperanza es fuerte y valiente. Las personas con esperanza tienen una fortaleza interna muy especial, son optimistas y confían en que las cosas van a ser mejores.

Tener esperanza es estar presente para lo que todavía no nace, pero que para mí no va a ser bueno, va a ser mejor.

¿Y tú, qué tan esperanzado estás en que las cosas van a ser mejores?