Hoy decidí escribirles acerca de la paz porque escuchamos muchas veces esta palabra sin entender muy bien a qué se refiere.
Primero hay que entender que detrás de cualquier deseo de todo individuo hay paz. Deseamos salud para estar en paz, deseamos tener un trabajo para tener paz, deseamos estabilidad económica para tener paz, deseamos tener una pareja para tener paz, deseamos tener el control para tener paz, es más hasta nos atrevemos a creer que si a alguien le va peor que a nosotros, entonces no estamos tan mal y eso nos trae algo de paz, y así nos vamos dando cuenta que creemos que encontraremos afuera la paz y no es así y nos damos cuenta también que todo lo que está afuera y hemos convertido en fuentes de paz, cambian y no siempre dependen de nosotros mismos.
Entonces, si la paz no está afuera y no depende de alguien más, ¿dónde está y de quién sí depende? ¿qué es la paz?
La paz es un estado, es una condición que está sujeta a la percepción de cada uno. Esto quiere decir que la paz está dentro de cada uno de nosotros y depende de la forma en que nos percibirnos a nosotros mismos y a nuestro entorno. Este estado es un sentido de plenitud en donde la persona se siente satisfecha, plena y completa. Llegar a este estado requiere el conocimiento y reconocimiento de uno mismo y esto nos toma TODA una vida de aprendizaje. Cuando aprendemos y reconocemos quiénes somos, nos damos cuenta que nuestra esencia es buena y que siempre hemos estado constituidos de elementos y principios que sostienen una vida de paz y cuando logramos alcanzar este estado, por consiguiente, experimentamos armonía, felicidad, salud y abundancia. Entonces, poniendo todo esto en palabras más simples, al reconocer quiénes somos nos damos cuenta que tenemos todo en nosotros mismos para alcanzar el tan anhelado estado de paz y que muy al contrario a como habíamos pensado, que lo de afuera me traería paz, es el estado de paz en sí mismo el que me traerá todo aquello que he anhelado. Sin embargo, mientras más aprendemos también vamos entendiendo que nada es gratis y que todo es a cambio de nuestro pensamiento y sentir de paz.
Y llegamos al punto importante de este escrito que es el y ¿ahora cómo le hago?
Hay muchas maneras de practicar la paz, como técnicas de respiración, meditación, ejercicio, hábitos saludables y prácticas de enseñanza espiritual. Hoy me voy a enfocar en una practica muy efectiva para tener una medición más exacta de a qué área de nuestras vidas tengo que enfocar este trabajo.
Lo que hay que hacer es primero ser valientes y honestos para hacer este ejercicio, luego vamos a medir del 1 al 10 que tan satisfechos estamos con nuestra vida en 8 áreas distintas. La pregunta que nos vamos a hacer es así tal cuál, ¿qué tan satisfecho estoy (revisando a fondo, tomando en cuenta mi presente y lo que estoy construyendo a futuro con el tiempo que le dedico y mis hábitos actuales) en cada una de las siguientes áreas de mi vida?:
- Salud
- Crecimiento personal; espiritualidad
- Trabajo
- Dinero
- Pareja
- Familia
- Amistades
- Diversión
Después de que nos califiquemos tendremos un panorama más exacto del área que requiere más de nuestra atención, tiempo y mejoramiento de hábitos. Es indispensable que esta práctica se complete y hagamos un plan de acción con 3 tareas específicas diarias para cada una de las áreas en las que nos encontramos bajos de calificación. Se recomienda hacer este ejercicio dos veces al año y al emplear el plan de corrección comprobarás cómo las áreas que antes te quitaban estar en paz, ya no te la quitan de igual manera. Recuera que todo trabajo consistente tiene resultados progresivos, graduales y también consistentes. La clave siempre será la durabilidad, la solidez, y la consistencia, es decir el que seamos disciplinados. La recompensa será estar cada vez más en el tan anhelado estado de PAZ.