¿Qué son los miedos? Es una emoción que provoca multiples reacciones en nuestro cuerpo. Es una emoción con la que Dios nos equipó. Son una herramienta, no son el enemigo, son un aliado.
No quiero perder la capacidad de sentir miedo, quiero escuchar el miedo, aprender de él y soltarlo. La técnica es: RAAS. Reconozco el miedo, Abrazo con gratitud al miedo, Aprendo del miedo, y Suelto el miedo.
1. Perder la libertad.
El ser humano se había acostumbrado a vivir con mucha libertad. Incluso nos habíamos acostumbrado a vivir con libertinaje. Nos habíamos acostumbrado a “ ya no uso este vaso de plástico” y lo aviento; la libertad de salir todo el tiempo en carro y contaminar; de usar todos los recursos que querías; de tener el contacto de salir con muchísima gente aún cuando no la necesitabas. El ser humano se había acostumbrado a vivir con demasiada libertad.
La pandemia nos quita la libertad, nos la restringe en muchos territorios. Ya no puedes ir acá, ya no puedes salir a ciertas horas, ya no puedes tener contacto con tales personas, ya no puedes estornudar, toser, ahora tienes que hacer esto, seguir aquel protocolo, ya no puedes andar con las manos sucias ahora te las tienes que lavar, ya no puedes tener las superficies sucias las tines que lavar, ya no puedes tener contacto con los abuelos. Uno de los grandes aprendizajes que nos trae el miedo a perder la libertad es honrar cada espacio, cada relación, admirar a la tierra, a admirarla y no contaminarla ni maltratarla. Estamos en un mundo prestado, no es nuestro el planeta, tenemos que cuidarlo. Reconozco que me da miedo a perder la libertad, lo abrazo con gratitud, aprendo. No tomemos más de lo que no me corresponde. No vivas en libertinaje, honra los momentos de libertad que el mundo, la sociedad, las autoridades, nosotros nos hemos ganado, pero sobre todo que Dios y la Madre Tierra nos ofrecen.
2. Perder la salud y la vida.
Son dos cosas distintas pero unidas. Claro que tienes miedo a contagiarte, claro que tienes miedo a que este virus entre a tu cuerpo y se instale en tus vías respiratorias, las afecte y se complique con otras situaciones internas. Porque si tu no te sientes con plenitud de salud, claro que tienes miedo. ¿Qué nos enseña este miedo a perder la salud? Nos enseña a cuidar nuestro cuerpo. Cuando no hay pandemia, en cada momento, no solo cuando hay pandemia. Tenemos que cuidar nuestro cuerpo.Ya viste que a los diabéticos, obesos, con cardiopatías, hipertensos les afecta más. Esto nos llama a todos los seres humanos a cuidarnos más. Es un miedo que nos tiene que enseñar a alimentarnos más, a hacer más ejercicio, a estar más en paz. El otro elemento, a perder la vida, claro que tienes miedo a perder la vida tú y los de tu alrededor. ¿Qué nos enseña el miedo a perder la vida? Obvio, a honrar cada día, a celebrar cada día , a vivirlo como si fuera el ultimo, a agradecerle a Dios cada día, agradecerle a la Tierra.
3. Sufrir económicamente.
Si. Ya empezaron los despidos, los recortes, ya empezaron las personas a cancelar eventos, viajes, ya empezó la gente a cuidar más su dinero, a saber en qué gastar, a priorizar. ¿Qué nos enseña el miedo a sufrir económicamente? A vivir dignamente, pero sin deudas. A cuidar el gasto pero sin patologías, a ahorrar. Vivir con nuestros recursos. A honrar el trabajo, a cuidarlo, a darlo todo pero que éste no sea el que nos mueve a vivir, sino que sea un medio, no nuestra vida ni objetivo de vida. Es un gran momento para aprender a administrarnos, a priorizar a honrar nuestro trabajo.
4. No estar informado o desinformado.
Ojo con este miedo. Se han activado todas las redes sociales, todos los medios, la gente está vuelta loca posteando en las redes sociales, hay desinformación. Todos somos libres de postear lo que queramos, pero ojo, tampoco vas a vivir apanicado de que te vas a perder el último dato del coronavirus. Deja de tenerle miedo a la desinformación. Hoy está más feliz una persona viviendo en la sierra sin acceso a redes sociales que tú. Fíjate a qué personajes sigues, qué periódicos lees. No solamente por la mala información que te dan, sino por lo negativo y lo tóxico del lenguaje que usan. No estés apanicado todo el día sin poder dormir en las redes sociales, tranquilo, tranquilo. Porque ahora parece que por no estar informado una hora de lo que está sucediendo en Italia, China, Estados Unidos, estás estresado, andas lleno de miedo. Esto nos va a enseñar a que tenemos que seleccionar la información a la que acudimos. Nos tiene que enseñar a no seguir a personas que nos llenan la cabeza de miedo. A estar en paz, una o dos veces al día que te informes durante 20 o 30 minutos y listo, dedicarte a lo demás.
5. Estar tanto con la familia, pareja o con tus hijos.
Proliferan los “memes” de mamás, parejas, hijos, apanicados que ya no saben que hacer con sus hijos, con su pareja, que ya no saben que hacer en su casa. A ver, el encierro no tiene que ser entre cuatro paredes, es un encierro de no tener contacto social. Si hay un parque enfrente, salte, a la distancia saludas a todos, sal al parque, toma el sol, tu cuerpo lo necesita. No te encierres en tu casa todo el día. Hay gente apanicada por estar tanto tiempo con la familia, ¿cómo? !qué bendición! Ahí estabas quejándote porque no tenías suficiente tiempo para estar con la familia, y ahora ahí esta la pausa que tanto pedías. Vamos a ver ¿qué haces, qué nos tiene que enseñar esto? a estar en paz con la familia, a ser creativos, a tener la capacidad de inventar juegos, dinámicas, diálogos, pláticas. A salirnos a caminar en familia, así como están dentro de la casa, sálganse a caminar en familia, a hacer ejercicio en familia, sálganse a la calle a andar en bicicleta, esto no está prohibido, y quien te lo prohibe está mal. Aprende a estar en paz, a divertirte, a conocerlos, a admirar, a ser creativo a amar a tu familia. A no criticarlos más, a escuchar su voz, saber quienes son.
6. Replantearte creencias, hábitos y apegos.
Esta situación nos obliga a replantearnos nuestra vida y muchas personas tienen miedo o terror a evaluar su propia vida. Por qué hago lo que hago, por qué trabajo donde trabajo, por qué estoy con quien estoy, por qué me alimento como me alimento, por qué mi lenguaje es así, por qué me visto como me visto, por qué estoy viviendo como estoy viviendo. A muchas personas les da miedo esta pausa que hoy te da el Universo y Dios para que replantees tus creencias, tus formas de vida, tu profesión, tu forma de comer, tu forma de relacionarte con tu cuerpo, con tu familia. Es un momento para reinventarte, para soltar apegos, fobias, adicciones, ¡suelta tus adicciones ya!
7. Ser abandonado por Dios.
“Dios ya se olvidó de nosotros”, “nos mandó una maldición”, “nos está haciendo esto y nos hace sufrir”, “nos está juzgando por nuestros pecados”. ¿Qué? Dios jamás te abandona. Dios Omnipotente, Creador de todo, Intención Amorosa detrás de toda creación, nunca te abandona. Llevas a Dios adentro, eres parte de Dios. No hay forma de que te abandone Dios, nunca te ha abandonado, pero la gran lección de esto es: vivir más de la mano de Dios. Vivir más en Fe con Dios, porque solo de la mano de Dios aprendes cómo salir adelante de estas situaciones, cómo aprender, cómo crecer, cómo reinventarte. Hoy más que nunca repite: Dios soy instrumento de ti, Dios quiero caminar de la mano contigo, Dios, me comprometo a cuidar de la Madre Tierra que está sufriendo. Ya deja de comer tanto animal muerto, ya deja de maltratar tanto a los animales, ya deja de contaminar tanto. Dios, de tu mano me reinvento. Dios, contigo me reinvento. Reconéctate con tu autenticidad, porque en ella vas a descubrir tu espiritualidad.