Mi espacio, extensión de mi

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Yuvia Cárdenas

Aplicación Mental

He platicado anteriormente de la importancia de la armonía. La armonía es el equilibrio del estado mental, es también un principio fundamental que hace que todo en nuestro cuerpo y nuestra vida actúen en concordancia con el bien.

Si bien, todo parte de nuestro interior, al ser seres que vivimos experimentando a través de nuestros sentidos, el espacio exterior cobra también importancia en nuestra armonía.

Tan lo es así, que al realizar alguna actividad de concentración, la mayoría de nosotros preparamos el espacio para que este nos ayude a sostener la actividad.

La armonía tiene que ver con el orden y la organización, nuestros mismos órganos del cuerpo, cuando estamos en estado de salud, funcionan en una organización impecable sin que tengamos que estar pensando de manera consciente en su óptimo desempeño. De hecho, de ahí su nombre. órgano significa una herramienta, un instrumento en organización.

Si nuestro pensamiento nos indica que requiere de un estado en equilibrio para funcionar bien y éste a su vez manda las señales a nuestro cuerpo para su funcionamiento en organización, nuestro espacio exterior no puede ser la excepción.

Los humanos construimos y diseñamos espacios en base a nuestras necesidades, pero de alguna manera, esos espacios también nos moldean.

Según estudios especializados en los patrones de la actividad humana, pasamos casi el 90 porciento de nuestra vida en espacios cerrados, de ahí la importancia de crear espacios que favorezcan nuestra productividad.

Vivir en un lugar en donde haya orden, nos facilita la claridad mental. Percibir con nuestros sentidos que todo tiene un lugar, nos hace, valga la redundancia, que todo cobre un mayor sentido.

Por el contrario, un lugar desordenado nos hace percibir caos y desestructura y aunque parezca extremista, incita a pensamientos de irritabilidad y confusión.

Hacer ejercicios de limpiar, organizar, ordenar y depurar nuestros espacios de vivienda y de trabajo son importantes para limpiar la energía del espacio, para dejar ir lo que no se usa y darle cabida a lo nuevo, y aunque parezca sorprendente, tiene que ver con nuestra capacidad para soltar y confiar en que al soltar, no nos quedaremos sin nada, si no por el contrario, vendrán situaciones y personas nuevas. En el mejor de los casos, cuando se hace un trabajo de desarrollo consciente, eso nuevo será superior que lo que no nos atrevemos a soltar.

Otra recomendación importante es llevar el exterior al interior, tener elementos de la naturaleza en nuestro espacio favorece nuestra salud. Se hicieron estudios acerca de esto durante la pandemia y se demostró que incluso ver fotografías de la naturaleza nos ayuda a reponernos en nuestra capacidad mental, emocional y de atención , lo mismo aplica para la luz natural y el aire fresco, así que abrir cortinas y ventanas es una sencilla y poderosa recomendación.

Somos más productivos cuando nuestros espacios están organizados, tenemos más claridad mental cuando hay espacios limpios y ordenados y nos sentimos renovados cuando además tenemos plantas, aire y luz en nuestros espacios interiores.

Si ya hay tanto que varía en el exterior de nuestros espacios, podemos hacer simples ajustes para que cuando lleguemos a nuestros lugares sagrados de convivencia, trabajo y descanso, sean realmente eso, espacios estables, sagrados y recintos de paz.