¿Qué es la alimentación paleo?

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Nathaly Marcus

Equipo Bienesta, en colaboración con el Instituto de Salud Funcional Mente y Cuerpo

Es un tipo de plan de alimentación que surge hace más de 200 años en donde los seres humanos estaban diseñados para sobrevivir en la época de piedra, la era Paleolítica. No es una dieta moderna, todo lo contrario, pretende llevarnos hacia la alimentación de nuestros orígenes para lo que se supone, nuestro cuerpo está preparado.

El concepto comenzó en 1975, con el gastroenterólogo Dr Walter L Voegtlin con su libro “The Stone Age Diet”, donde se expone que es una filosofía y un estilo de vida que se fundamenta por la vuelta a los orígenes basada en que el cuerpo humano en su ADN está programado para vivir y comer como un cazador-recolector. Alimentándonos de esta manera es la forma en la que mejor funciona nuestro cuerpo, mejor responde y más sano va a estar ya que el tipo de alimentación que nuestros antepasados tenían era completamente alejado de toda la comida preparada y chatarra que nos hemos inventado hoy en día.

El problema cae en que, desde la era Paleolítica, el desarrollo humano ha evolucionado muy poco en comparación con el desarrollo de la alimentación a la que hoy en día estamos acostumbrados, llena de alimentos ultra procesados donde se incluyen granos y cereales refinados, lácteos, azucares, aceites vegetales, leguminosas, soya y sus derivados, así como alcohol.

Diferentes Versiones

Existen diferentes variaciones de la dieta paleo, cada una de las cuales viene con su propio conjunto de reglas, regulaciones y pautas. Estas son algunas de las opciones más comunes a considerar cuando se va a Paleo:

• Dieta Paleo estándar: esta versión sigue todas las reglas de una dieta Paleo tradicional. Los granos, las legumbres y los alimentos procesados están fuera de la mesa y, en cambio, la atención se centra en alimentos que crecen del suelo como frutas, verduras, carnes, nueces y semillas.

• Dieta paleo autoinmune: también conocida como protocolo AIP, esta variación implica eliminar los alimentos que desencadenan la inflamación y luego reintroducirlos lentamente para determinar cuál es capaz de tolerar. Esta dieta es la más adecuada para personas con trastornos autoinmunes como la artritis reumatoide o el lupus.

• Dieta Paleo 80/20: si no puede imaginarse renunciar a los granos por completo, esta puede ser la opción adecuada para usted. La dieta 80/20 implica seguir una dieta paleo estricta el 80 por ciento del tiempo y disfrutar de sus alimentos favoritos no paleo durante el 20 por ciento restante.

• Dieta Pegan: Combinando los principios de la dieta vegana y la dieta Paleo, la “dieta Pegan” diseñada por el doctor Mark Hymann, la cual se enfoca en alimentos integrales de origen vegetal y excluye por completo los productos animales. Esta dieta sigue siendo algo controvertida, ya que algunos afirman que la inclusión de productos de origen animal es crucial para lograr resultados al seguir la dieta Paleo.

¿Cuáles son los beneficios?

Llevar el plan de alimentación paleo como un estilo de vida aporta múltiples beneficios como:

• Favorece la pérdida de peso.

• Mejora la digestión y el tracto gastrointestinal.

• Alta en proteína de alta calidad.
• Disminuye la inflamación ya que elimina alimentos altamente inflamatorios.

• Proporciona saciedad ya que fomenta el consumo de frutas y verduras.

• Ayuda a regularizar los niveles de glucosa en sangre.

• Favorece una óptima salud cardiovascular.

• Brinda energía.

• Favorece patrones de sueño.

• Mejora el estado de la piel, uñas y cabello.

• Ayuda a reducir dolores de cuerpo y articulaciones.

¿Cuál es la diferencia entre el plan de alimentación paleo y el keto?

Algunas de las similitudes entre estos planes de alimentación son que se eliminan la mayoría de las fuentes de “calorías vacías” en la dieta occidental típica. Además, ambos pueden conducir a la pérdida de peso, un mejor control de glucosa en sangre. Ambos planes de alimentación eliminan los azucares añadidos y granos enteros.

Cetosis: el plan de alimentación keto, se basa en elevar los niveles de cetonas en el cuerpo para entrar en un estado metabólico llamado cetosis, en el cual se utiliza la grasa como principal sustrato energetico. El plan de alimentación Paleo deja de lado esto y hace más énfasis en la calidad de los alimentos; ricos en nutrimentos, libre de toxinas y lo más natural y orgánicos posible.

• Cantidad de hidratos de carbono: un plan de alimentación keto tiene una ingesta muy baja de hidratos de carbono. Mientras que un plan de alimentación Paleo incluye una mayor cantidad de hidratos de carbono al permitir más variedad de verduras y frutas.

• Cantidad de grasa: una de las bases del plan de alimentación keto es un alto contenido de gasas, a diferencia de la paleo que solo promueve el consumo de grasas saludables moderada en ellas.

El plan Paleo original obtiene el 35% del total de sus calorías de grasa (aguacate, aceite de oliva, aceitunas, semillas), 35% de carbohidratos (frutas y verduras) y 30 % de proteína (alimentos de origen animal). En el plan de alimentación keto el 70% de las calorías son de grasa, el 25% de proteína y solamente el 5% de carbohidratos.

Paleo se basa en la calidad de los alimentos, ricos en nutrientes, libres de toxinas y lo más natural y orgánicos posibles.

¿Qué alimentos debo incluir y excluir dentro de un plan de alimentación paleo?

A EVITAR

ALIMENTOS PROCESADOS: papitas, aditivos alimentarios alimentos chatarra, dulces, panques en bolsa etc.

AZUCAR: naturales (morena, azúcar, miel de maple, néctar de agave, de caña, miel, Splenda, nutrasweet, aspartame)

ALCOHOL: ninguna aunque tenga efectos positivos, el consumo de alcohol va de la mano con más consumo de comida.

CEREALES Y GRANOS ENTEROS: trigo evítalo en otras presentaciones: pan, tortillas, pasta, empanizados y fritos, cereales, oatmeal, granola, centeno, amaranto, maíz, avena, cebada, farro, kamut, mijo, arroz, quinoa.

LEGUMINOSAS: Frijoles, chicharos, garbanzo habas, lentejas, alubias, soya: edamames, leche de soya, tofu, sustitutos de carne, aditivos en etiquetas como lecitina de soya, cacahuate

LACTEOS: no importa la fuente todos los lácteos, incluyendo crema, mantequilla, queso, yogurt.

ACEITES VEGETALES: cacahuate, canola, girasol, maíz, de soya.

SOLANEACEAS: bayas de goji, berenjenas, chiles habaneros, poblanos, chipotle, jalapeño, papa, pimiento, pimienta cayena, tabaco.

A CONSUMIR

FRUTA: Toda, intenta que sea cruda para aprovechar la fibra.

VERDURAS: acelga, apio, alcachofa, apio, berro, brócoli, calabacín, calabaza, calabaza, col, coles de Bruselas, coliflor, espárragos, espinaca, hinojo, pepino, puerro, setas.

RAICES: camote, cebolla, jengibre, jícama, nabo, rábano, remolacha, zanahoria.

GRASAS: aceite de aguacate, aguacate, aceite de coco, de oliva, ghee.

PRODUCTO DE ORIGEN ANIMAL: pollo, pescado, pavo, pato, cordero, carne de res 1 vez por semana, mariscos y huevo.

HIERBAS: albahaca, cilantro, citronela, eneldo, estragón, hierbabuena, laurel, lavanda, manzanilla, mejorana, menta, perejil, romero, salvia y tomillo.

ESPECIAS: ajo, azafrán, canela, clavo, cúrcuma, jengibre, sal de mar y del himalaya.

En la despensa: aceitunas, aminos de coco, anchoas, atún, copos de coco, harina de coco, Salmón, sardinas, vinagre de ciruelas, coco o manzana. Edulcorante: extracto de dátil, Stevia.

FRUTOS SECOS: almendras, nuez de la india, avellanas, café, cacao, macadamias, nueces, nueces de Brasil, nueces pecanas, piñones pistaches.

SEMILLAS: anís, linaza, chía, mostaza, hemp, semillas de calabaza, ajonjolí.

SOLANEACEAS: jitomate, tomatillo, tomate.