¿Qué me esta haciendo falta para lograr mis metas?

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G.C. Domínguez

Coaching y Programación Neurolingüística

Descubre qué es lo que te está deteniendo para lograr lo que quieres en 5 sencillas fases.


¿Te pasó o te está pasando que estos días aislados de la familia, los amigos, tu rutina o quizá hasta el trabajo te ha llevado a confrontarte sobre cómo has aprovechado el tiempo de tu vida? A mis 40 años, en medio de una pandemia donde todo cambia, pero todo queda, me cuestiono qué más tendría que pasar para poder emprender todo aquello que vengo soñando, planeando y preparando. ¿Cuántos cursos más tendría que tomar para lanzarme de lleno a mi vocación? ¿Qué me está haciendo falta para cambiar mis hábitos? ¿De qué forma no estoy queriéndolo o qué no he estado dispuesto a enfrentar para revivirme de nuevo? Y es que no me considero un viejo, aún con todas mis canas, pero sé que no es fácil cuando has tenido ciertos descalabros, fracasos o como se dice de forma mas amorosa aprendizajes. Los temores a revivir de nuevo la quiebra, el rechazo o la crítica son fantasmas duros de enfrentar, sin embargo, sé que muchos de nosotros con esta contingencia hemos encendido la llamarada de nuevo que nos invita al cambio, a creer y crecer de forma infinita e interminable, es por eso que me gustaría compartirte “los cinco componentes del cambio”. 

1.“Querer” 
Desde luego que este es el comienzo de cualquier transformación, el deseo profundo de hacer un cambio y las ganas infinitas de que éste suceda. Dice Joseph O’Connor que los objetivos son sueños con piernas, de tal manera que cuando emprendes el viaje hacia un cambio, el factor principal es querer, y que este deseo sea totalmente nuestro, de nada sirve o quizá sea de poca duración emprender el camino hacia el cambio si el deseo no proviene desde nuestra propia consciencia y la convicción que realmente es lo que queremos. Si por el contrario este emprendimiento es para darle gusto a un tercero, o quizá una obligación para satisfacer la necesidad de otro, dicho cambio no se podrá transformar en un hábito y su vida útil prácticamente será inútil. No estoy diciendo que los cambios personales no impacten de forma profunda a un tercero o la organización para la que trabajas o tu sistema familiar, por supuesto que habrá que checar la ecología a nivel impacto de tus cambios, lo que quiero decir es que este cambio que, aunque lo desarrolles para encajar, tener un lugar o pertenecer a un grupo, debe estar en la plena consciencia de que lo quieres hacer y que además dicho cambio te servirá en cualquier escenario. Querer es el primer paso voluntario hacia la excelencia del ser. 

2.“Creer” 
Una vez convencido de aquello que quieres cambiar o tienes bien puesta la mira en ese objetivo que quieres llegar, tendremos forzosamente que creer, y creer pienso que tiene un vértice fundamental que dispara dos puntos a ser considerados. El primero de ellos tiene que ver con tu habilidad, tus recursos y tus relaciones. Uno se siente capaz de lograr correr una carrera de 10 kilómetros porque por supuesto tiene las dos piernas, un par de tenis, el tiempo suficiente para entrenar y quien te acompañe o instruya en un lapso de tiempo para poder lograr este objetivo, esto te da la creencia de que eres capaz, por lo tanto crees que lo puedes hacer. El segundo de ellos tiene que ver con aquello que no se puede tocar, ni ver, ni medir, y aquí estoy hablando de la fe. Aunque no lo hagamos de forma consciente, la mayoría de los sueños u objetivos comienzan con un suspiro de fe. Para esto solo basta visualizarnos en aquello que queremos lograr como si ya lo estuviéramos logrando, esto nos da la capacidad aún mayor de creer que es posible. Cuando te observas cruzando la meta de esos 10 kilómetros, con una sonrisa, tu par de tenis y quizá en compañía, crea una fuerza poderosa que te hace capáz y por llamarlo de alguna manera milagrosamente aumenta tu habilidad para lograr todo aquello que te propones.

Dice Joseph O’Connor que los objetivos son sueños con piernas, de tal manera que cuando emprendes el viaje hacia un cambio, el factor principal es querer, y que este deseo sea totalmente nuestro…

3.“Saber” 
Quiero y puedo. ¿Cuántos de nosotros comenzamos nuestros días, nuestros proyectos con una afirmación tan sencilla pero tan poderosa como “quiero y puedo”? ya se dijo que los dos primeros pasos fundamentales son estos y que sin ellos no tendría caso emprender un cambio. Aun así, no basta, por mas ímpetu que tengamos, fe y deseos profundos de hacer algo nuevo, de volver hacer algo que antes emprendimos o definitivamente de tener una transformación radical, es fundamental saber el cómo. ¿Cuántas veces has claudicado a un proyecto que le pusiste toda tu pasión en el cual creíste profundamente pero simplemente no tuvo éxito porque no hubo una planeación? Mucho se ha dicho de la resiliencia, que es la capacidad de los seres humanos de sobreponerse a las crisis y malas jugadas de la vida, pero poco se dice que también es la capacidad de usar tus relaciones, de aprovechar tus recursos y sobre todo de saber pedir ayuda y aceptarla. En cualquier cambio es necesario o útil tener cerca a esas personas, libros, videos y experiencias ajenas que nos nutran, para poder desarrollar un plan del cómo hacerlo. Hay que estar dispuestos a estacionar el ego, poder indagar en el mundo de la crítica, exponerse a ella y así tomar lo mejor para comprender desde la humildad todo aquello que necesito saber para cambiar. 

4.“Oportunidad” 
No se si les pasa como a mí, que en cuanto leen o escuchan la palabra “oportunidad” la relacionamos con algo que está ajeno a nuestro control, como si la oportunidad fuera algo que pasa en un tren que sino se está atento se nos va. Las oportunidades, dicen mis mentores, no aparecen, las oportunidades se crean. Por más que parecieran fortuitas, son creadas a través de nosotros mismos, primero en la mente, después en la realidad, por eso se dice que lo que se cree lo creas. Hablamos precisamente de ir a la acción, una ves que quieres, que crees y que sabes cómo, hay que pasar directo a la acción. Me he descubierto detenido en los primeros 3 puntos, son incontables los proyectos que tengo detenidos, todos ellos preparados con cautela, sabiendo de mis capacidades, recursos y relaciones, pero no llevándolos a la acción, y quizá seguramente me justifique en que no he tenido la oportunidad, pero simplemente siendo sincero no las he creado. No hay nada mas triste para hoy en día que ser un soñador lleno de planes, con todas las capacidades y la fe en que puedo hacerlo, pero simplemente no lo hago. Una vez un querido compadre me dijo eso que tu llamas suerte no es más que simplemente “estar a la hora justa, en el momento indicado y estar preparado”, tu ya tienes todo eso solo lánzate. ¿Te suena lo que me dijo mi compadre? Llevar a la acción tus planes solo requiere voluntad o como se dice en México “huevos”.

Las oportunidades no aparecen, se crean, primero en la mente, después en la realidad. Llevar a la acción tus planes solo requiere voluntad.  



5.“Estar dispuesto a todo” 
En los últimos días he observado a algunas personas queriendo hacer un cambio, algunas preguntado a otras como lo han logrado, y como muchas cosas de la vida, tienen un precio o un costo alto. Cuando reciben las respuestas de cómo bajaron de peso, cómo obtuvieron mejores resultados en su trabajo o cómo mejoraron sus relaciones, algunas reacciones son de desaprobación ante los métodos empleados para conseguir con éxito los objetivos. Y es que sin este componente de nada sirve soñar si no se está dispuesto a todo. Y que no se entienda que estar dispuesto a todo es ir en contra de nuestros valores o la ley, estar dispuesto a todo es renunciar por momentos, meses o años a ciertos placeres y patrones que nos han mantenido en ese estado actual que tanto nos aleja de ese estado deseado, no se puede querer estar “fit” y también querer seguir comiendo sin restricción alguna, (al menos que tengas 20 años, verdad), pero así pasa cuando deseas algo, si en verdad lo quieres hay que estar dispuesto a todo.

No hay nada mas triste que un soñador lleno de planes y oportunidades, y que por alguna razón, no se atreve a intentar, ¿Qué le demanda esta situación?