Redes Sociales y tu pareja

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Marla López

Sexóloga

En estos tiempos el amor y el sexo están siendo transformados drásticamente a partir del uso excesivo de las redes sociales y aplicaciones de comunicación.

Existe una disociación del sexo y los sentimientos, que nos hace cuestionar los fundamentos tradicionales del amor romántico. Estas transformaciones no solamente afectan el contacto en línea, sino también los encuentros cara a cara.

Por un lado, las redes sociales pueden afectar en cuanto a la elección de pareja y la comunicación íntima, entonces se desarrolla un escenario de conflictos en las relaciones amorosas, pero al mismo tiempo pueden transformar y ampliar los espacios de interacción entre las parejas.

Instagram, Facebook y WhatsApp son aplicaciones que facilitan la comunicación interpersonal tanto con personas cercanas afectivamente, como con desconocidos; incluso ayudan a construir una imagen positiva antes del encuentro cara a cara. También permiten monitorear las actividades de otros, por ejemplo: identificar si un mensaje fue visto y a qué hora o si alguien estuvo conectado y hace cuánto tiempo, entre otras posibilidades; sin embargo, esto último causa problemas de distintas índoles.

Algunos factores que afectan la relación de pareja son:

La mala comunicación que se da a través de los mensajes de texto, por la falta del lenguaje verbal, nos lleva a mal interpretar lo que el otro pretende transmitir; así como cuando vemos que nos leyó pero no contestó estando conectado. Entonces, nuestra cabeza empieza a darle rienda suelta a la imaginación, los celos se desatan y comienza el conflicto y cuando menos lo esperamos nos damos cuenta que tenemos una relación basada en el miedo, la desconfianza y mucha inseguridad.

La presencia en la distancia y la exigencia de inmediatez es otro factor que crea conflicto en la pareja. Ahora tenemos más oportunidades tecnológicas para estar en comunicación, incluso cuando estamos realizando otras actividades (laborales, de estudio, de recreación, familiares, de traslado, etc.), de modo que nos es posible comunicar o enterarnos qué está haciendo el otro, con quién y en dónde. En algunas parejas, recibir y dar esta clase de información es también un signo de amor y cortesía. En algunos casos esta información puede generar exigencias, ansiedades, conflictos personales con la pareja ante situaciones de desconexión o al no recibir respuesta.

La dependencia a las redes sociales, nos hemos hecho tan dependientes de estas aplicaciones que pareciera que podemos vivir sin pareja, pero no sin redes sociales y claro está, sin nuestro celular. Hemos hecho una relación tan importante con estas nuevas formas de relacionarnos, que cuando no los tenemos cerca nos volvemos locos.

Un estudio publicado por la revista “Cyber Psychology and Behaviour Journal” afirma que, desde 2004, las redes sociales como Facebook o Twitter o el mismo WhatsApp son culpables de más de 80 millones de rupturas de pareja en todo el mundo. 

Esta dependencia ha cambiado e innovado la forma en cómo interactuamos con la gente que nos rodea, con nuestros amigos, familiares y sobre todo con nuestra pareja. Las redes sociales y las aplicaciones de comunicación como Whatsapp han afectado el cortejo, el ligue, la comunicación afectiva, el romanticismo y la sexualidad en la pareja. Al mismo tiempo que la búsqueda del reconocimiento público se hace cada vez más fuerte en nosotros, buscando a cada momento la aceptación a través de un “me gusta” (like) de las demás personas.

Las redes sociales nos alejan de aquellos que tenemos cerca; de vivir en el aquí y el ahora; de disfrutar el momento y de ver a los ojos y sentir a las personas que tenemos en frente. Las redes sociales no solo nos están separando de los demás sino también de nosotros mismos.

Cuando llega la noche, en lugar de platicar con nuestra pareja o tener intimidad, preferimos usar el celular para, entre otras cosas, ver fotos de la vida de otras personas. Como consecuencia de esto nos empezamos a alejar sutilmente, hasta que llega un día donde ya no sentimos esa conexión importante para fluir y seguir siendo pareja.

Hoy, nos enojamos con nuestra pareja o discutimos y lo primero que hacemos es agarrar nuestro celular e ignorar lo que acaba de pasar. Nos fugamos en nuestras redes sociales para no sentir dolor, angustia, tristeza, enojo. Las redes sociales son la excusa perfecta para evadir el sentir y no “sentirnos solos”.

Estudios demuestran que la mera presencia de un smartphone en el contexto de una conversación entre dos personas (cara a cara), interfiere en la sensación de intimidad, conexión y en la calidad de la comunicación.

Por otra parte, las redes sociales nos recuerda que existen muchas personas atractivas que esperan ser descubiertas o incluso, son un medio para encontrar a tu ex o seguir en contacto con él/ella o peor aún, buscar a esa persona que fue tu amor platónico y que nunca te atreviste a hablar con él/ella o a decirle lo que realmente sentías, ahora las redes sociales te dan esa oportunidad. Las redes sociales nos hacen creer que aunque estemos felices con lo que tenemos, podemos ser más.

Es verdad que también la tecnología y las redes sociales son muy útiles y si las sabemos usar no hay por qué tenerles miedo. Como lo mencioné al principio pueden transformar y ampliar los espacios de interacción entre las parejas, incluso pueden ser muy útiles para activar ese deseo sexual y sentimiento de cercanía y amor.

Como dicen, todo en exceso es malo; sin embargo, si ponemos reglas de cuándo y cuánto tiempo usar nuestro celular, creo que se puede llevar una buena relación en esta era de revolución digital que está destruyendo relaciones.