Estaba limpiando mi computadora y encontré muchas cosas que ya no son útiles para mí en este momento y que solo estaban ocupando especio en la memoria de mi laptop.
Así que empecé a seleccionarlas. Y entonces cuando estaba a punto de eliminarlas apareció el letrerito de ¿Estás seguro que quieres eliminar estos archivos de forma permanente?
Dudé si dejarlos mejor por más tiempo, no fuera a ser que no los hubiera revisado bien (aunque sí lo hice) o que quisiera conservar algo que se me hubiera escapado (que también hice), así que respiré hondo y lo hice. Le di click a sí, eliminar definitivamente.
En un momento se fueron artículos, fotografías, ensayos y un montón de cosas más.
Y me gustó la analogía.
A veces tenemos recuerdos que nos duelen, nos quitan energía, nos abruman, pero los almacenamos en la mente y en el corazón para seguirlos revisando cada que queremos sentirnos un poco mal. Y aunque sabemos que queremos eliminarlos, los seguimos revisando y almacenando.
Guardamos cosas que ya no nos sirven, pero no nos damos el tiempo para vivir el proceso y depurar.
Estamos iniciando un nuevo año. Tenemos enfrente la maravillosa oportunidad de hacer algo diferente y obtener resultados distintos.
¿Y si este año nos proponemos hacer una transformación física, espiritual y emocional? Que nos ayude a no estar atados al pasado. Que nos permita vivir más ligeros y sin tanta memoria guardada. Que nos deje libres de todo el exceso de pasado.
Escribe por fin esa carta, deja esa relación que ya terminó que por fin se vaya, olvida ese rencor que te hace sentir enojo y tristeza cuando lo recuerdas, tira esas fotografías que te hacen llorar cada que las ves. Dile a esa persona que le agradeces pero que no la quieres más en tu vida.
No tengas miedo, has espacio para que llegue lo mejor a tu vida.
Es terapéutico poder decir adiós al pasado y darle la bienvenida a lo que busca espacio para acomodarse en tu vida. Es un gran regalo que nos merecemos y que nos podemos dar.
Si crees que tienes algo pendiente que decir o que hacer para cerrar por fin el candado y dejar ir, hoy es el mejor momento.
Aunque de pronto te preguntes, ¿Seguro que quieres eliminarlo de forma permanente? Di que sí, un sí que venga del corazón y que te regale la oportunidad de encontrarte con experiencias y personas nuevas en tu vida.
Lo pasado, existe solo en tu mente y recordar es volver a pasar algo por el corazón. Así que conviene ver que queremos y que no deseamos que pase más en ese órgano tan maravilloso que se conecta con todo, absolutamente todo nuestro sistema.
Abre las puertas al aquí y al ahora con todos sus regalos. Vive en el presente para que no te pierdas nada. Te lo mereces.