Tenemos poco sexo, ya estoy desesperada, no se que es lo que pasa. ¿Será que no le gusto? ¿Será gay? ¿Tiene otra?
¿Te identificas con estas frases? No te preocupes hoy en día la falta de interés en el sexo es un problema muy común en las parejas. Resulta que uno de los dos o ambos están demasiado ocupados, demasiado estresados, enfocados en la crianza de los hijos, que están demasiado cansados para el sexo.
Vivimos también en un mundo donde el consumismo nos esta afectando en todas las esferas de nuestra vida, pues por más dinero que generamos no nos está alcanzando, lo que ocasiona un estrés constante, sobre todo para el hombre al cual se le ha educado para ser el proveedor de la casa. Por lo mismo su estrés y su instinto de proteger a su familia, no lo dejan pensar en otra cosa que no sea trabajo y generar dinero, cosa que si no lo logra, su seguridad empieza a bajar y la líbido se apaga.
Por otra parte, las mujeres estamos viviendo una epoca de empoderamiento, donde nos sentimos muy seguras e independientes, con muchas ganas de explorar nuestra sexualidad y vivirla. Pero nuestra pareja no.
Esta situación en la que no se pueden poner de acuerdo en la frecuencia de sus encuentros sexuales, se le llama discrepancia sexual. Este problema va ocasionando en la pareja cuestionamientos y frustraciones de incompatibilidad sexual, por lo que es importante detectarlo a tiempo y conseguir ayuda.
Es importante desmitificar la idea de que los hombres siempre tienen ganas, pues al igual que las muejeres puede haber días en los que están muy cansados o estresados como para tener una relación sexual, no necesariamente tiene que ver con que ya no le gustes, o que ya tenga a alguién más.
La baja de deseo sexual se puede manifestar de distintas maneras a lo largo de la vida:
1) Primaria: Es la falta de deseo en la persona, que existe desde siempre.
2) Secundaria: La persona siempre a disfrutado de un buen deseo (nunca había tenido este tipo de problema) y ahora no tiene deseo sexual.
3) Situacional: Solo sucede con la pareja.
4) Generalizada: La persona con bajo deseo lo experimenta siempre, incluso en solitario.
La depresión, haber tenido una mala experiencia sexual, problemas de salud, miedo a que su pareja quede embarazada o a contraer una infección de transmisión sexual, problemas hormonales (que tengan baja la testosterona), baja autoestima (creer que su desempeño sexual no es bueno, creer que es malo para el sexo), ideas negativas sobre el sexo y el resentimiento hacia tu pareja, todo esto ocasiona baja de deseo sexual.
Si estas vivendo algo así, no es el fin del mundo, es un buen momento para que como pareja relexionen y acudan con los expertos. Primero sería acudir con un doctor para descartar que la falta de deseo sea de origen orgánico, de problema hormonal y después con un sexologo para tratar lo psicológico y social del problema.