Es frecuente ver por la calle parejas “disparejas”, o personas que cuando sabes que son amistades de alguien en particular te parece inverosímil.
Esto se debe a que todo el tiempo convivimos con personas con diferentes o iguales historias de vida, aficiones, gustos, etc. A la par en diferentes etapas de nuestra vida nos encontramos con personas que llegan o aparecen casi en forma mágica para ese momento en particular, la pareja y las amistades no son la excepción.
Nuestra búsqueda interna de pareja, amistades, socios, entre otros muchas veces es buscado desde el inconsciente, desde la carencia o la necesidad del momento por el que atravieso, esas son algunas de las explicaciones que tenemos para la disparidad de estas relaciones, la disparidad a veces es lo de menos el problema inicia cuando lo que adoraba y me tenía maravillado se vuelve ajeno y hasta molesto para mí sin contar que si no lo resuelvo se vuelve el objeto de mis reproches, a quien culpo por lo que sale mal en mi vida y en grado sumo llego a odiar.
Revisemos por un momento desde el aquí y ahora.
Si tengo pareja…
¿Cuánto tiempo llevo con ella? ¿Para qué quiero esa pareja? ¿Qué me gusta de ella? ¿Qué me es incómodo de esa persona desde lo que me incomoda hasta lo que no soporto?
Si tengo amistades, elijo a una o dos personas sumamente cercanas y me pregunto exactamente lo mismo.
Si tengo socios de la misma forma elijo 1 o 2 y me hago las mismas preguntas.
Cuando ya tenga mis respuestas partimos a dos caminos.
- Si las respuestas son de connotación negativa, revisar si estas cosas que no me agradan de los demás me hacen sentido en que tal vez sean mías y estoy proyectado lo que no me agrada de mí en el otro o simplemente en algún momento del inicio de estas relaciones no vi, que poseían características que no son de mi agrado, que en un inicio no las ví porque quise ver otras cualidades o porque por mí cambió de forma temporal el otro.
- Si las respuestas son positivas es momento de darme cuenta que mi interior esta sano y que desde esa salud psicoemocional realizo mis elecciones de amistades, pareja, socios y esta salud de ambas partes se refleja en una gran relación de pareja, sociedades inquebrantables y amistades que perduran en el tiempo.
Con este pequeño ejercicio de introspección podemos darnos cuenta que estamos con las personas para las que nos “alcanza”, realizando esta sencilla analogía del porqué estoy con cierto tipo de personas, al darnos cuenta de cómo somos nosotros, al resolver nuestros conflictos internos, al responsabilizarnos de quiénes y cómo somos en vez de culpar a otros por cómo soy o cómo me comporto, me vuelvo responsable de mí, de mis cambios , de ser la mejor versión de mi mismo, teniendo un “ahorro” para el momento de la adquisición de los seres que quiero en mi vida y así salir a buscar una pareja, amistades y socios para los que realmente me alcance con lo que ahorré y estoy dispuesto a invertir.
¿Y tú, eres la pareja, amigo o socio para el que te alcanza?