Ayuno intermitente

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Nathaly Marcus

¿Qué es el ayuno?

Cuando mencionamos la palabra ayuno las personas la relacionan con morirse de hambre. Ayunar es algo completamente distinto a morirse de hambre en un sentido fundamental: morirse por inanición es la abstención involuntaria de comer. No es deliberada ni controlada. La gente que se muere por inanición no tiene ni idea de cuándo ni dónde será la próxima vez que se ingieran alimentos. Ayunar por otro lado, es la abstención voluntaria de comer por razones espirituales, salud u otras razones. Existen alimentos disponibles, pero se decide no ingerirlos.

El ayuno no tiene ninguna duración estándar, dado que es la mera abstención de comer. Por ejemplo, se puede ayunar entre la cena y el desayuno del día siguiente, durante un periodo alrededor de doce horas. En este sentido, el ayuno podría considerarse como parte del día a día. Tomemos el termino desayuno. Esta palabra se refiere a la comida que “rompe el ayuno”. La misma palabra ya implica el reconocimiento de que el ayuno, lejos de ser un castigo, es una practica que debemos de llevar día a día.

¿Qué sucede cuando ayunamos?

El proceso de usar y almacenar energía alimentaria que se genera cuando comemos se produce a la inversa de cuando ayunamos. El nivel de insulina desciende y le indica al organismo que debe de empezar a quemar la energía almacenada. El glucógeno (la glucosa que se almacena en el hígado) es la fuente de energía de más fácil acceso, el hígado tiene almacenada suficiente como para proporcionar energía durante alrededor de 24 horas. Después de eso el organismo empieza a descomponer la grasa almacenada en el cuerpo para obtener energía.

Así que, el organismo realmente solo tiene dos estados, el estar alimentado (tener la insulina alta) y el estado de ayuno (insulina baja). O bien estamos alimentado energía alimentaria o estamos quemando dicha energía. Si la comida y el ayuno están en equilibrio, no hay ganancia de peso neto.

Si, por el contrario, nos pasamos la mayor parte del día almacenando energía alimentaria (por que estamos en estado alimentario) entonces con el tiempo ganaremos peso. Lo que hace falta, entonces, debemos de aumentar la cantidad de tiempo en la que quemamos energía (entrando en estado de ayuno) para restablecer el equilibrio y poder perder peso.

¿Cuáles son las ventajas de ayunar?

El beneficio más evidente del ayuno es la pérdida de peso. No obstante, existe un sinfín de beneficios además de éste, muchos de los cuales eran ampliamente conocidos antes de la era moderna. Hubo un tiempo en el que era normal que la gente ayunara durante cierto período de tiempo para mejorar su salud. Estos períodos de ayuno solían llamarse “limpieza” “desintoxicación” o “purificación”, y la gente creía que servían para limpiar toxinas y rejuvenecerse. Entre los principales beneficios del ayuno podemos encontrar:

• Mejora la claridad mental y capacidad de concentración
• Provoca pérdida de peso y grasa corporal
• Reduce los niveles de glucosa en sangre
• Mejora la sensibilidad a la insulina
• Aumenta la energía
• Mejora la quema de grasas
• Previene contra el Alzheimer
• Prologa la vida
• Revierte el proceso de envejecimiento
• Reduce la inflamación

¿Qué podemos consumir durante el ayuno?

La mayoría de los ayunos solo permiten bebidas no calóricas. Es decir, se permiten el agua, el té y el café durante el ayuno, pero no el azúcar, fructuosa, miel de agave y cualquier otro tipo de azúcar. Existe controversia respecto a los edulcorantes no calóricos, dado que estos no contienen calorías, técnicamente se podría permitir su uso, pero van en contra del principio de desintoxicar y limpiar al organismo, no sólo de azúcares y grasas sino también de químicos y aditivos.

¿Qué es el ayuno intermitente?

El término ayuno intermitente significa, simplemente, que los períodos de ayuno se producen en forma regular entre períodos normales de comida. La duración de cada periodo de ayuno y periodo de comida puede variar enormemente. Existen distintos regímenes de ayuno que trataremos a continuación:

Ayuno de 12 horas

Antes este era un patrón considerado normal, se comía tres veces al día, por decir entre las 7 de la mañana y las 7 de la noche se consumían alimentos y de las 7 de la noche a las 7 de la mañana del día siguiente se ayunaba, interrumpiéndose con el desayuno.

Este tipo de ayuno introduce un período de insulina muy baja durante el día. Esto evita el desarrollo de resistencia a la insulina y supone una herramienta muy poderosa para combatir la obesidad.

Ayuno de 16 horas

Este régimen incorpora un ayuno de 16 horas por un periodo de ventana de 8 horas. Una de las principales ventajas del ayuno de dieciséis horas resulta muy fácil incluirlo a lo largo de nuestro día. Para la mayoría de las personas sólo consiste en saltarse el desayuno y hacer la comida y la cena con un margen máximo de 8 horas.

Ayuno de 18 horas

En este régimen se incorpora un período de ayuno de 18 horas por un período de ventana de 6 horas. En este régimen se genera una restricción calórica moderada y por ende la pérdida de peso es importante.

Ayuno de 20 horas “La dieta del guerrero”

Este régimen esta inspirado en guerreros de la antigüedad, como espartanos y romanos, elaboraron una dieta en la que todas las comidas se hacen por la tarde en una ventana de cuatro horas. Esto favorece la perdida de peso y mantener unos niveles adecuados de insulina.