La nueva epidemia

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Dr. Ricardo Acosta

Pediatra

Lo que todo padre debe saber sobre el uso de cigarrillos electrónicos (“vape” “juul”) en los adolescentes.

Hace unos días, llegó una mamá de unos pacientes sin cita, angustiada, a hablar conmigo. Traía en sus manos un artefacto que había encontrado sin querer en el cuarto de su hijo, venía a preguntar qué era y si podría ser algo para usar drogas. Mi respuesta es que sí, era un dispositivo muy sofisticado para “vapear” o inhalar nicotina. Dentro de la consulta por cualquier causa del adolescente, siempre es nuestro deber como pediatras preguntar esto y muchas cosas más y dar algún consejo. Me encuentro siempre con el hallazgo de que los padres no saben prácticamente nada al respecto, por lo que espero que este escrito sirva para darles una idea de la gran importancia que requiere su conocimiento y que se evite la propagación de este terrible hábito, ya que es sumamente dañino a la salud.

Las ideas, conceptos y cifras están sacadas íntegramente de un artículo muy citado, de la revista Pediatrics de Junio de este año: “A Public Health Crisis: Electronic Cigarettes, Vape, and JUUL”. Susan C. Walley es la autora principal.

¿Que es el cigarrillo electrónico?

Son aparatos portátiles que sueltan emisiones inhaladas mediante el calentamiento electrónico de una solución que contiene nicotina (la inmensa mayoría de estos instrumentos lo tienen, aunque la publicidad diga lo contrario), humectantes y sabores químicos artificiales. Pueden parecer cigarrillos (los primeros que salieron), plumas (la segunda generación) y la tercera generación parecen pequeños tanques.

El JUUL (junto con el Suorin, SMPO y otros) es la cuarta generación y es muy popular ya que parece una memoria electrónica, tiene cartuchos prellenados (“pods”), se carga con el USB, es muy delgado por lo que es fácilmente ocultado por los jóvenes (se usa hasta en los salones de clase) y tiene sabores muy atractivos a los adolescentes (mango, tutifruti, “creme brulée”, menta etc). Domina más del 50% del mercado y cuesta aproximadamente 1,200 pesos. Estos aparatos se clasifican como productos de tabaco.

¿Qué tanta nicotina tienen?

Aunque la concentración varía, hablemos del JUUL: Cada “pod” es equivalente al contenido de una cajetilla de cigarros (200 inhalaciones). El pod cuesta entre 400 y 500 pesos. Hay artefactos en los cuales se puede fumar marihuana y otras sustancias prohibidas.

¿Quién es el dueño de estos productos?

En su gran mayoría, las mismas tabacaleras de siempre. Por ejemplo, “Altria”-nombre nuevo de una vieja conocida de todos llamada Philip Morris- tiene el 35% de acciones de JUUL.

La mercadotecnia

Tomado del website de JUUL: “Este producto se desarrolló como una alternativa satisfactoria a los cigarrillos. Nuestra misión es mejorar las vidas de los mil millones de adultos fumadores eliminando los cigarrillos”. De todos es conocido la gran cantidad de tácticas tramposas, salidas por tangentes y rodeos brillantes de estas compañías (hay varias películas al respecto). El gran drama para los papás es que nunca veremos publicidad en los medios convencionales en nuestro país pues la legislación lo prohíbe… de tal modo triste e inteligentemente, la mercadotecnia es a través de la red, en los puntos de venta, y sobre todo, por la presión social en las reuniones de nuestros hijos. Aunque todas las compañías expresan su rechazo a la venta a menores de edad en sus sitios oficiales, es muy fácil obtenerlos a través de la red o en las tiendas que existen. Tan fácil como pedirle al chofer del Úber o al hermano mayor, e incluso lamentablemente a muchos papás, para que los adolescentes desde los 12 años lo consigan.

Números e incidencia

Les sugiero que se den una vuelta de incógnito a cualquier fiesta de sus hijos de este fin de semana. Aunque lo descrito a continuación es escalofriante, más lo será la realidad en nuestro entorno. Las cifras -ya que en nuestro país no se llevan estadísticas en este rubro- son de Estados Unidos: del 2011 al 2015, el aumento fué de 966 veces (del 1.5% al 16% en preparatorianos). Para el 2018, se estima que 1 de cada 4 a 5 estudiantes ha hecho “vaping”. Ninguna otra sustancia de adicción ha tenido un incremento tan importante. Los expertos en la materia señalan, además, que estas son cifras muy conservadoras. A nivel personal, pues siempre pregunto sobre este tema en mis pacientes adolescentes, estimo que más de la mitad han al menos probado esto. De los 19 a 30 años, 13% tienen ya este vicio.

Daños a la salud

Uno de los argumentos más atractivos de la publicidad de estos aparatos, como ya lo vimos, es que son menos dañinos que los cigarrillos y que ayudan a que los adultos dejen el hábito. Sin embargo, la comparación no debe ser con el humo del tabaco, sino con el aire limpio. Es fácil caer en este tonto argumento. De una forma simple y llana, el humo de estos productos contiene nicotina, muchos de los mismos tóxicos y carcinógenos ambientales que los cigarrillos, por lo que los efectos en la salud son los mismos. En aras de espacio, no los nombraré, pero son de todos conocidos. (estos productos deberían al menos tener las mismas imágenes y advertencias de las cajetillas de tabaco). En jóvenes asmáticos, se ha demostrado una alta incidencia de descompensación crónica y aguda, incluso la muerte.

Nicotina y adicción

Esta sustancia tiene efectos diferentes y especiales en el cerebro inmaduro de los adolescentes (el cerebro humano termina de crecer y madurar hasta los 25 años de edad aproximadamente). Al igual que la cocaína y otras sustancias, su efecto es liberar una sustancia llamada dopamina que actúa en la parte frontal del cerebro en el área llamada “de recompensa”. Cada vez que se estimula, la persona se siente bien, más despierta, más activa, más satisfecha. Por lo tanto, el cerebro pide cada vez más. Está demostrado que el potencial de adicción es mucho mayor en la adolescencia y en los adultos jóvenes, aún con exposición intermitente. El 90% de los adultos que fuman empezaron a hacerlo antes de los 18 años. Como ya vimos, no hay diferencia de las concentraciones de nicotina entre un cigarrillo convencional y varios de estos aparatos, e incluso, el JUUL puede alcanzar niveles más altos.

Efectos neurológicos de la nicotina

Una gran cantidad de evidencia reciente demuestra que, además de la adicción, la nicotina afecta negativamente las tres siguientes funciones cerebrales del adolescente:

1) Función ejecutiva (planeación a largo plazo de metas social y personalmente positivas).

2) Memoria

3) Humor/carácter.

No hablaré de cáncer, asma etc, ni de exposición de segunda y tercera mano por ser esto ya muy conocido.

La escalera ascendente

Así como se supone (nadie ha demostrado que esto sea realmente cierto) que los adultos que fuman podrían disminuir riesgo/dejar de fumar con estos aparatos (escalera descendente a la salud), en los adolescentes está demostrado que el “vaping” es el inicio de una trayectoria ascendente de abuso a otras sustancias: Juul/alcohol>cigarrillo/alcohol>marihuana>anfetaminas/cocaína. También se ha visto un aumento importante en conductas riesgosas en los ámbitos sexual y de relaciones interpersonales; suicidios, robos, accidentes automovilísticos y fracaso académico.

Intoxicaciones y peligros

Por otro lado, la ingesta accidental de los pods o reservorios que contienen el líquido por niños, ha resultado en envenenamientos graves e incluso la muerte por la relación dosis de nicotina/peso. De manera increíble, muchas de las recargas parecen jugos naturales, envases de leche o dulce.

También se han reportado explosiones de los aparatos con quemaduras graves.

¿Qué opinan los adolescentes de estos aditamentos?

“Son seguros” “No hacen daño” “No tienen nicotina” “Está de moda su uso”.

Conclusiones finales

La persona que sería el equivalente de nuestro Secretario de Salud para el vecino país del Norte (U.S. Surgeon General) designó desde Diciembre de 2018 a este problema como una epidemia y llamó a todas las agencias responsables a detener por cualquier medio esta calamidad. La ciudad de San Francisco (E.E.U.U.) prohibió recientemente la distribución y venta total de estos dispositivos a cualquier edad. En nuestro país, el gran éxito que se ha tenido con el tabaquismo mediante todos los esfuerzos emprendidos se ve sumamente amenazado por la ola de adolescentes adictos que volverán a fumar en el futuro. Tristemente muy pocas acciones en México hay para detener esta epidemia. Espero que con el conocimiento adquirido al leer este artículo, los padres tengan armas, argumentos y elementos de discusión con sus hijos. Que desde el hogar y la sociedad, se empiece a revertir esta tendencia.

Bibliografía:
https://e-cigarettes.surgeongeneral.gov/documents/SGR_ECig_ParentTipSheet_Spanish_508.pdf
www.juul.com
https://www.fda.gov/tobacco-products/ctp-newsroom/e-liquids-misleadingly-labeled-or-advertised-food-products