La prevención es la mejor herramienta para disminuir la incidencia de cáncer de mama.
Por eso es necesario que toda mujer conozca la salud de sus pechos, cómo disminuir los factores de riesgo y que esté alerta a cualquier situación extraña o sospechosa que pueda presentarse en su cuerpo.
Hay que comenzar por un autoexamen mensual de los senos. Se recomienda hacerlo después de haber menstruado y comenzar estas revisiones a temprana edad. Es posible encontrar abultamientos pequeños que posiblemente sean glándulas y conductos mamarios normales. Con el tiempo, te acostumbrarás a saber cómo se sienten tus senos normalmente, lo que te permitirá detectar si hay algún abultamiento “anormal.”
10 recomendaciones para mantener la salud de tus pechos:
1. Limita la dosis y duración de la terapia hormonal.
La terapia hormonal combinada utilizada por más de tres años aumenta el riesgo de cáncer de mama. Es posible controlar los síntomas y problemas hormonales a través de otro tipo de terapias y suplementos.
2. Granadas naturales.
Gracias a sus flavonoides, incluyendo ácidos fenólicos y taninos, la granada tiene efectos antiinflamatorios. Se ha demostrado que es antiproliferativa y ayuda al crecimiento de nuevos vasos sanguíneos (angiogénesis).
3. Mantén un peso saludable.
Estudios indican que las mujeres que se encuentran en la menopausia y tienen sobrepeso presentan un aumento de hasta 40% en el riesgo de desarrollar cáncer de seno.
4. Crucíferas. La col, col morada, col de Bruselas, brócoli, coliflor y rábano contienen componentes químicos con azufre llamados glucosinolatos. Los glucosinolatos se descomponen y forman compuestos biológicos activos que tienen un potente efecto anticancerígeno y, además, ayudan a regular tus hormonas.
5. Evita el consumo de lácteos.
La leche de vaca contiene hormonas sexuales (estrógeno y progesterona) que favorecen el cáncer de mama y útero. Además contiene otras sustancias químicas que favorecen el crecimiento celular. En su lugar consume leche de coco, almendra, nuez de la India y arroz.
6. Vitamina D3.
Estudios epidemiológicos muestran que las mujeres con un bajo consumo de vitamina D tienden a tener una alta densidad mamaria, lo que se asocia con un mayor riesgo de cáncer de mama. La forma activa de vitamina D en el cuerpo (1,25-dihidroxivitamina D) tiene varios efectos anticancerígenos incluida la inhibición de la proliferación celular y la inducción de la apoptosis (muerte celular natural). Mide tus niveles en sangre y toma 1 cápsula de 5000 UI en las noches.
7. Omega 3, 6, 7 y 9.
Los omegas son un pilar de la salud. Esta combinación de omegas ayuda a regular la inflamación celular y es necesaria para la salud cerebral, reproductiva y para el mantenimiento del balance hormonal. Toma una cápsula de 1000 mg diariamente.
8. Metil Folato.
No ingerir suficiente folato, la forma activa del ácido fólico, se relaciona con una capacidad deficiente de reparar el ADN dañado, lo cual está vinculado con el cáncer. Se ha observado una relación directa entre los bajos niveles de ácido fólico en la sangre y el cáncer de seno. Toma una cápsula de metil de 400mcg con alimento.
9. Cúrcuma.
Se ha demostrado que la cúrcuma suprime la adipogénesis, reduce la inflamación y el estrés oxidativo. También puede ayudar a tratar el cáncer de mama inhibiendo el crecimiento en la línea celular de cáncer de mama MCF-7.
10. Evita el consumo de carne roja y embutidos. La OMS emitió un comunicado que establece que la carne roja es un alimento probablemente cancerígeno. En su lugar incorpora a tu dieta los pescados de agua fría como el salmón, trucha, sardina y arenque que son ricos en Omega 3.