Disruptores endocrinos ¿qué le están haciendo a tu cuerpo?

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Marifer Huerta De La Torre

Médico Especialista en Nutrición Clínica

Dentro de nuestro organismo existe un sistema denominado endocrino, que se encarga de producir, almacenar y secretar hormonas que controlan una gran cantidad de procesos metabólicos.

La acción de estas hormonas puede verse afectada por los llamados disruptores endocrinos químicos (DEC), que son sustancias capaces de imitar la forma de una hormona, engañando al cuerpo y alterando su equilibrio hormonal, provocando efectos adversos a la salud como: problemas de fertilidad, calidad del esperma, endometriosis, pubertad precoz, cáncer, obesidad, alteraciones metabólicas y neurológicas, entre muchas otras más. Después de todo las hormonas regulan todos los procesos biológicos del cuerpo.

Lo más alarmante es que la exposición a estos disruptores endocrinos puede venir incluso en el aire que respiramos, la comida que ingerimos o el agua que tomamos. Los DEC se encuentran en más de 1500 sustancias presentes en: plásticos, pesticidas, herbicidas, antibacteriales, productos de higiene personal, cosméticos, productos de limpieza, textiles, disolventes, resinas de epoxy, juguetes y más.

Algunas características de los disruptores endocrinos que vale la pena mencionar son que:

Pueden actuar con muy bajos niveles.
El momento de la exposición influye. Se sabe que la etapa fetal o neonatal es más relevante ya que el organismo es más vulnerables a sustancias químicas.
“La dosis no hace el veneno” No hay relación entre dosis y severidad.
Pueden actuar de forma aditiva o sinérgica.
Los efectos pueden manifestarse años después de la exposición.

Se sabe ya que los DEC actúan sobre:

Respuesta al estrés
Disminuye capacidad de manejar el estrés

Metabolismo
Obesidad
Diabetes mellitus 2
Resistencia a la insulina e hiperinsulinemia
Alteraciones tiroideas

Reproducción
Mujer: problemas de fertilidad, síndrome de ovario poliquístico, endometriosis, fibrosis.
Hombre: Hipospadias, criptorquidia, semen de baja calidad.

Cáncer
Mujeres: riesgo aumentado para cáncer de mama y ovario.
Hombres: riesgo aumentado para cáncer de próstata o testicular.

Crecimiento y desarrollo
Bajo peso al nacer
Sistema inmune debilitado
Coeficiente intelectual disminuido
Alteraciones en el desarrollo sexual

Por todo esto los DEC se deben considerar sustancias sin umbral de exposición seguro y debe evitarse o reducir la exposición en medida de lo posible.

Los DEC se encuentran en más de 1500 sustancias presentes en: plásticos, pesticidas, herbicidas, antibacteriales, productos de higiene personal, cosméticos, productos de limpieza, textiles, disolventes, resinas de epoxy, juguetes y más.

Lo primero que debemos hacer es identificar el nombre de estas sustancias, a continuación te menciono los que el Enviromental Working Group cataloga como los 12 más dañinos:

1. BPA (Bisfenol A)
2. Dioxinas
3. Atrazina
4. Ftalatos
5. Percloratos
6. Protector antifuego
7. Plomo
8. Arsénico
9. Mercurio
10.Químicos perfluorados
11. Pesticidas
12.Éteres de glicol

Algunos ejemplos más detallados de estos DEC son los siguientes:

1. BPA (bisfenol A)

Es una hormona sintética que imita la hormona sexual de estrógeno en el cuerpo. Presente en: plásticos, enlatados, resinas epoxy, papel térmico (recibos/ tickets)

2. Dioxinas

“Carcinógeno humano” Son subproductos de procesos industriales (fundición, incineración, etc). Presente en: ambiente (aire, suelo), lácteos, huevo, se acumulan en el tejido adiposo de los animales.

3. Ftalatos

Son compuestos químicos que actúan como ablandador de plásticos y fijador prolongado en el cuerpo. Presentes en: cosméticos, fragancias, juguetes, contenedores de plástico.

Podriamos seguir mencionando dónde o cómo actúa cada disruptor en el sistema endócrino pero al final el mensaje es el mismo, pueden provocar enfermedades y por eso se deben de evitarse cuando sea posible.

Aquí algunas medidas que puedes tomar para limitar la exposición:

Alimentos y agua

Elige orgánico cada vez que puedas (sé que lo he mencionado en distintas ocasiones, pero es algo que si está en nuestras manos), si te resulta complicado por el costo, identifica “La Docena Sucia” para que sepas cuáles son las más contaminadas.

Siempre lavar frutas y verduras antes de su consumo.

No calentar en microondas recipientes de plástico, ni utilizarlos para almacenar cosas calientes.

Evita contenedores de plásticos designados con los números #3, #6 y #7.

Disminuye el consumo de alimentos enlatados y procesados, ya que están recubiertas en su interior con una película plástica que libera bisfenol A.

Cambia tus tuppers o contenedores de comida de plástico por cristal.

Cambia a botellas de agua de vidrio o acero inoxidable y deja de comprar botellas de plástico que liberan ftalatos y BPA.

Cambia tus sartenes de teflón por cerámica.

Filtra tu agua. Utiliza carbón o un filtro de osmosis inversa para eliminar contaminantes del agua (arsénico, plomo, etc) .

Evita comer pescados con altos niveles de mercurio como: atún, pez espada, tiburón, caballa.

Ejercicio

Haz ejercicio (suda). La actividad física y la sudoración favorece la eliminación de ciertas toxinas, igual que el vapor o sauna.

Revisa la calidad del aire y evita entrenar al aire libre cuando los niveles de contaminación son altos.

Cuidado personal

Lee etiquetas y evita los productos que contengan ftalatos (tip: si dice “fragancia” o “perfume” sí contiene).

Elige productos con las leyendas: Libre de Ftalatos, Libre de BPA, Libre de Parabenos.

Lava tus manos con frecuencia, sobretodo antes de preparar o consumir alimentos.

Minimiza el contacto con el papel térmico (recibos/tickets), pues contiene BPA que se absorbe a través de la piel.

Hogar

Elige lo más natural para tu hogar. Busca compañias que sean eco-friendly o libres de tóxicos sus productos.

No fumes, ni permitas que se fume dentro de tu casa.

El contacto con los disruptores endocrinos en tiempos modernos es continuo, y son estos factores lo que puede explicar el aumento “inexplicable” de tantas enfermedades. Lamentablemente mucho depende del gobierno que elabore nuevos lineamientos y regulaciones para la calidad de los procesos. Mientras tanto, podemos reducir la exposición a estos tóxicos informándonos y educándonos para tomar mejores decisiones al momento de comprar nuestros productos, sobretodo en el embarazo, bebés y niños.