Esta ocasión hablaremos del estrés, qué es, cómo se manifiesta en nuestro cuerpo y también veremos algunas maneras de “combatirlo”. Para ello primero debemos conocer la definición de estrés y sus consecuencias.
El estrés es un sentimiento de tensión física o emocional. Puede provenir de cualquier situación o pensamiento que lo haga sentir a uno frustrado, enojado o nervioso.
Hay dos tipos principales de estrés:
Estrés agudo. Este es estrés a corto plazo que desaparece rápidamente. Puede surgir cuando vas en tu vehículo y se atraviesa un perro o gato y tratas de esquivarlos, cuando te cruzas un semáforo en rojo por equivocación, cuando estas en la fila larga del supermercado y llevas demasiada prisa, cuando no encuentras tu celular, cuando discutes con tu pareja, cuando haces algo nuevo o emocionante, etc. Todos vivimos algún tipo de estrés agudo en algún momento de nuestro día.
Estrés crónico. Este es el estrés que dura por un período de tiempo prolongado. Este puede surgir si tienes problemas de dinero, un noviazgo o matrimonio infeliz, problemas en el trabajo, la muerte de algún familiar o amigo cercano, etc. Cualquier tipo de estrés que continúa por semanas o meses es estrés crónico. Puedes acostumbrarte tanto al estrés crónico y no darte cuenta que ya es un problema en tu vida. Si no encuentras maneras de controlar el estrés, este podría causar problemas de salud.
El estrés y tu cuerpo
Tu cuerpo reacciona ante el estrés al liberar hormonas. Estas hormonas hacen que tu cerebro esté más alerta, causar que tus músculos se tensionen y aumentar tu pulso. A corto plazo, estas reacciones son buenas porque pueden ayudarte a manejar la situación que causa el estrés. Esta es la manera en que tu cuerpo se protege a sí mismo.
Cuando tienes estrés crónico, tu cuerpo se mantiene alerta incluso cuando no hay peligro. Con el tiempo, esto te pone en riesgo de problemas de salud. El estrés te puede causar muchos tipos de síntomas físicos y emocionales. A continuación te menciono algunos signos de que el estrés pudiera estar afectándote, escucha a tu cuerpo:
- Diarrea o estreñimiento
- Pérdida o aumento de peso
- Problemas menstruales
- Depresión o Ansiedad
- Presión arterial anormal
- Problemas de la piel como el acné
- Malestar estomacal
- Mala memoria
- Dolores y achaques frecuentes
- Dolores de cabeza
- Falta de energía o concentración
- Problemas sexuales
- Cuello o mandíbula rígidos
- Cansancio
- Problemas para dormir o dormir demasiado
- Uso de alcohol o drogas para relajarse
Es importante que pongamos atención e identifiquemos si tenemos estrés crónico, ya que podemos comenzar a actuar oportunamente y evitar en el futuro algún tipo de patología, cáncer e inclusive la muerte.
La vuelta de las vacaciones es siempre una época propicia para el estrés. Nuevas actividades, la readaptación al ritmo laboral, los horarios escolares, el tráfico que vuelve a la normalidad tras la tregua de la navidad y año nuevo. Todo parece colaborar para aumentar el estrés. Para contrarrestarlo, nada mejor que realizar alguna actividad física de forma regular, como el salir a caminar 30 min al parque, leer un libro, practicar yoga, dedicarnos un tiempo de relajación y descanso y sobre todo prestar atención a nuestra alimentación.
La comida puede ser nuestro aliado fuerte a la hora de aliviar el estrés. Algunos alimentos ayudan a calmarlo y a contrarrestar sus efectos.
Si crees que formas parte del 75% de los mexicanos que viven en estrés crónico, procura buscar un balance en tu alimentación urgentemente! Y una vez que lo hayas hecho aquí te menciono algunos alimentos que deberás incluir por lo menos dos veces al día:
Frutos secos, (nueces, almendras, pistaches, semillas) son ricos en vitaminas del grupo B, ayudan a contrarrestar la fatiga y los síntomas del estrés.
Yogurt, jocoque y leche, son otro gran aliado en los momentos de estrés y es que sus vitaminas y minerales ayudan a combatir sus efectos.
Algunos tipos de té, como le té de tila, té de hierbas, té de menta ó té de manzanilla, te ayudarán a calmar el nerviosismo y a bajar el acelere.
Pescado, Salmon, Sardinas y Atún, son ricos en oligoelementos (hierro, magnesio, zinc, entre otros), que te ayudarán a combatir los efectos del estrés.
Y no podría faltar el chocolate, pero que sea en pequeña dosis y con un índice de cacao lo más alto posible.
Créeme que la alimentación juega un papel demasiado importante en tu vida, así como en tu día a día. Está bien cuando buscas un control de peso, manejar metas y porcentajes de grasa, etc., pero no te olvides que la nutrición en el ser humano lo que busca es mantener un equilibrio emocional- mente-cuerpo y sobre todo que te sientas bien, con energía, lleno de vida, con bienestar.
A continuación te dejo un ejemplo alimenticio muy práctico y muy sencillo que te ayudara a combatir el estrés:
1.- Colación por la mañana: 1 puñito de almendras ó nueces + 1 fruta, según tu elección.
2.- Colación por la tarde: una porción pequeña de chocolate, ejemplo: almendras con cacao.
3.- Considera en la comida un pescado: tilapia, atún, sardinas o salmón.
4.- En tu desayuno y cena agrega algún tipo de té que te mencioné anteriormente.
5.- Puedes considerar para tu cena yogurt griego o jocoque.
Espero que esta participación les sea de mucha ayuda y puedan aplicarla en su día a día.