Muchos padecimientos que puede presentar una cavidad oral, con excepción de padecimientos congénitos, se pueden evitar por medio de la prevención y cuidados adecuados.
Hoy en día, contamos con grandes avances tecnológicos en diversos aspectos de nuestra vida, incluyendo uno de los más importantes: la salud. Lo cual nos permite hacer énfasis en el promedio de esperanza de vida, el cual en el siglo XIX era de 35 años, mientras que en la actualidad es de 75 años aproximadamente.
Esto nos demuestra que hemos logrado un gran avance en la prevención y el tratamiento de enfermedades, es por ello que la intención de este articulo es enfatizar en la importancia de la prevención de problemas dentales desde temprana edad, para así conservar y preservar la salud dental durante nuestras vidas.
Necesitamos una mejor cultura preventiva; en mi experiencia, un gran porcentaje de los pacientes que acuden por primera vez a consulta es por que presentan algún síntoma de enfermedad dental, siendo el dolor más común y recurrente, la gingivitis (sangrado de encías), periodontitis (pérdida de soporte óseo que en la mayoría de los casos provoca la perdida de piezas dentales) y caries dental que, según la Organización Mundial de la Salud, el 60% – 90% de los escolares y casi el 100% de los adultos lo padecen.
Estos son algunos de muchos padecimientos que puede presentar una cavidad oral, con excepción de padecimientos congénitos, la gran mayoría se pueden evitar por medio de la prevención y cuidados adecuados.
Todo esto genera la pregunta del millón, ¿por qué esperar a tener dolor? Sin lugar a dudas el mejor tratamiento dental es EL QUE NO TIENE QUE HACERSE.
¿A que edad hay que empezar a lavar los dientes de los niños y llevarlos al dentista?
Desde que los primeros dientes erupcionan (aproximadamente entre 5 y 6 meses de edad) se deben de limpiar las superficies dentales con una gasa húmeda por lo menos una vez al día.
Algo muy importante es nunca dejar que el bebé duerma con biberón, ya sea con leche, jugo o cualquier bebida azucarada.Debido al goteo constante y prolongado que genera el biberón, provoca lo que llamamos caries de biberón, la cual afecta a todos los dientes en una forma muy agresiva.
Se recomienda acudir a consulta con el odontopediatra en el momento en el que erupcionan los primeros dientes para explicar la técnica de cepillado adecuada para el niño.
Dicha técnica debe ser realizada por los padres utilizando un cepillo infantil de cerdas suaves, el cual hay que humedecer en agua. Esto es suficiente siempre y cuando el odontopediatra que lleve el seguimiento del paciente no indique el uso de una pasta fluorada.
De los 3 a 6 años los padres deben supervisar la limpieza de los niños ya que se recomienda utilizar una pasta con flúor para fortalecer los dientes, la cantidad de pasta recomendada es la equivalente al tamaño de un chícharo. La limpieza debe realizarse con suavidad en la mañana y noche (con un buen cepillado diario, 2 veces al día son suficientes).
En mucho más se ha de estimar un diente que un diamante
Don Quijote capitulo XVIII
¿Qué cepillo debo utilizar y cuando es necesario cambiarlo?
Existen muchas marcas en el mercado que hace que la compra del cepillo resulte mas difícil de lo que puede llegar a ser, sin embargo, yo recomiendo un cepillo de cabeza mediana o numero 35 o 40, SIEMPRE DE CERDAS SUAVES. Contrario a lo que muchos pacientes piensan, la cerda dura no solo limpia menos, sino que además provoca un desgaste en los cuellos de los dientes, pudiendo ocasionar sensibilidad y recesión gingival (encías retraídas).
El motivo de utilizar cerda suave es que entre el diente y el hueso existe un surco que en condiciones óptimas de salud mide de 1 a 3 milímetros, es por ello que al utilizar una cerda suave es más fácil acceder a esa zona y limpiarla.
El cepillo tiene una vida útil de 2 a 3 meses y se recomienda cambiarlo al cumplirse ese tiempo o después de haber padecido alguna enfermedad de origen viral o bacteriana.
¿Debo de utilizar hilo dental o el cepillado es suficiente?
La American Dental Association, cataloga el uso del hilo dental como un “hábito esencial” en la eliminación de placa bacteriana. El uso ideal es una vez al día, pero como persona, entiendo que nuestra vida hoy en día es mas acelerada y por consecuencia con horarios más apretados, haciendo muchas veces imposible hacerlo de manera diaria, pero en términos prácticos, siempre indico a mis pacientes que lo utilicen, como mínimo, 4 veces a la semana. La importancia del hilo radica en que es un método muy eficaz para la remoción de restos de alimentos en zonas interproximales (entre los dientes), ya que se ha demostrado que muchos de los problemas periodontales inician justo ahí, por el difícil acceso para limpiar la zona.
Es recomendable asistir con el dentista mínimo cada 6 meses a limpiezas profesionales y revisión de la cavidad oral en general, y que él mismo sea el que indique que técnica de cepillado es la adecuada para el paciente, así como enseñar como utilizar el hilo dental.