Los colorantes artificiales en alimentos se han utilizado a lo largo de la historia en la búsqueda de hacer el alimento más atractivo y llamativo, tratando de imitar un color natural. Por ejemplo, en la industria de los dulces, un caramelo sabor fresa muy probablemente utilizará un colorante rojo para imitar el color real de la fresa.
Lo que el consumidor debe tener presente es que estos colores artificiales son sustancias de procedencia química, elaboradas en un laboratorio que, aunque la industria alimentaria muchas veces ha alegado que son inocuos, los estudios siguen arrojando datos sobre el daño que pueden ocasionar a largo plazo, si no es que inmediato, como las reacciones alérgicas (asma o hinchazón).
En México, el organismo encargado de regular el uso de los mismos es la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS). A nivel mundial, existe un comité de expertos de las organizaciones de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que se encarga de determinar la cantidad de aditivo alimentario expresado en miligramos por kilo de peso corporal que puede consumirse al día sin que represente un riesgo para la salud.
A principios de año, Estados Unidos anunció la prohibición del uso del colorante rojo N° 3, también conocido como eritrosina, que es un colorante alimentario sintético utilizado desde 1969 en diversos productos para proporcionar un tono rojo en alimentos, bebidas, medicamentos, entre otros. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) prohibió su uso en alimentos y medicamentos orales debido a posibles riesgos de salud asociados con su consumo.
Aunque no hay estudios en humanos, ha habido estudios (con animales) donde se ha demostrado que este colorante puede tener efectos carcinógenos, es decir, puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer. Estos estudios demostraron que una exposición prolongada favorecía el desarrollo de tumores tiroideos. Además de lo anterior, existen alergias al mismo.
Para la prohibición de este colorante, se les ha dado un plazo a los fabricantes para eliminarlo de sus productos; es decir, habrá un periodo de transición de un año por parte de la industria alimenticia, y la industria farmacéutica tiene de plazo dos años.
Cabe mencionar que este colorante fue prohibido en la industria cosmética hace 30 años.
Para saber si un alimento o medicamento contiene colorante rojo N° 3 o eritrosina, se recomienda revisar las etiquetas de los productos. Este colorante puede aparecer también como FD&C Red No. 3 o Red 3 en los ingredientes. En otros países, puede encontrarse con nombres como eritrosina o E127.
Es importante saber que no solo el uso de este colorante ha sido cuestionado, sino que también tenemos en México el colorante Rojo 40 o Allura, que no está prohibido, y algunos estudios sugieren que podría estar relacionado con efectos secundarios como hiperactividad en niños, reacciones alérgicas en personas sensibles y algunos problemas gastrointestinales.
Existen alternativas naturales como el betacaroteno, que es un extracto del betabel; la clorofila, también; y la curcumina. Sin embargo, son menos duraderos y, por lo tanto, su costo se eleva. De ahí que, si son usados, tiendan a encarecer los productos.
La recomendación es entonces leer las etiquetas de ingredientes de los alimentos para saber qué productos los contienen. Como siempre, la decisión estará en el consumidor.
Ejemplos de alimentos con estos colorantes:
Alimentos con Rojo 3
Gelatina D’Gari Grosella, Maizena de fresa, Mundet de durazno, cerezas endulzadas, atole de fresa Great Value, galletas Arcoiris, gomitas de vitaminas, algunas bebidas sabor fresa.
Alimentos con Rojo 40
Paleta de manita, Tutsi Pop, refrescos como Boing de fresa, y polvos para preparar agua como Tang, Zuko y Kool-Aid, bebidas sabor fresa, yogurt sabor fresa, dulces enchilados, etc.