Muchos son los factores que pueden influir en la aparición de problemas en la piel como el uso de cosméticos, el medio ambiente, hormonas, exposición a ciertos productos de limpieza y la exposición al sol entre otros.

Después de 23 años de haber tratado todo tipo de pieles te puedo decir que definitivamente encuentro relación entre una mala alimentación y los problemas en la piel. Te explico!

Acné

Por mucho tiempo ha sido el problema más común de la piel y lo padece aproximadamente el 10% de la población mundial. El acné afecta directamente al folículo piloso aumentando su tamaño y la producción de sebo formando lesiones generalmente en la cara aunque también pudieran presentarse en la espalda, hombros y pecho. Este tipo de problemas en la piel es muy característico de la adolescencia y en algunas ocasiones pudiera presentarse en la edad adulta. Existe una estrecha relación entre el consumo de carbohidratos refinados y el acné, que pudiera darse a partir de los altos niveles de insulina que aumentan la producción de sebo congestionando los poros. De igual manera sucede con las grasas trans, que promueven la inflamación dentro del cuerpo y termina por manifestarse en la piel. Si padeces acné te aconsejo que la próxima vez que tengas antojo de golosinas o frituras te lo pienses dos veces.

Rosácea

Es una inflamación crónica de la piel que afecta en un porcentaje mayor a mujeres y se caracteriza por el constante enrojecimiento de la piel, la aparición de “venitas” en la nariz y mejillas, engrosamiento de la piel y de algunas erupciones. La conexión entre la rosácea y la alimentación tiene que ver con el sistema digestivo, ya que algunos alimentos resultan irritantes, intolerables o provocan alergia para la persona y esto agudiza los síntomas. Mi recomendación para aquellas personas que padecen rosácea o que empiezan a manifestar enrojecimiento cutáneo, será una dieta alcalina y anti-inflamatoria incluyendo muchos vegetales crudos, tomar mucha agua y evitar el consumo de alcohol.

Eczema o dermatitis atópica

Es una condición crónica y recurrente de la piel como respuesta a intolerancias y alergias a ciertos alimentos que se manifiesta con comezón, irritación, enrojecimiento de la piel y lesiones. Puede ser difícil detectar todos los alimentos desencadenantes, pero será una buena idea comenzar por retirar la leche, huevo y mariscos por un tiempo y reintroducirlos de uno por uno hasta detectar cuál de ellos o si ninguno es el causante de la lesión.

Envejecimiento prematuro

Si últimamente cada vez que pasas por el espejo comienzas a restirar tu frente y a alisar las patas de gallo alrededor de tus ojos, es tiempo de revisar tu alimentación. Tu dieta puede estar acelerando el proceso de envejecimiento natural de la piel. El alto consumo de carbohidratos refinados y alimentos con índice glicemico alto, suben los niveles de glucosa en la sangre encendiendo una reacción química que nos envejece. Por lo que antes de recurrir a cualquier técnica anti -edad te recomiendo una dieta rica en antioxidantes y evitar alimentos que eleven los niveles de glucosa.

Sí te sientes con ganas de consentirte, prepara tu propia mascarilla con probióticos:

Aplica una capa delgada de yogurt natural sin azúcar en el rostro por 20 min y retira. Ya que estudios recientes han demostrado que el consumo de probióticos (las bacterias amigables que habitan en nuestro sistema digestivo) tomados oralmente y aplicados tópicamente en la piel mejoran condiciones como el acné, escema, rosácea, y envejecimiento prematuro.