Como se mencionó en la edición anterior, los probióticos son microoganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, confieren un efecto benéfico para la salud.
Ayudan a mantener el balance de las bacterias buenas que viven en nosotros, especialmente cuando se ven comprometidas por el consumo de antibióticos, una dieta inadecuada o por viajes.
Recuerda que un probiótico no es un producto mágico que pueda conferir todos los posibles beneficios a todas las personas que los toman.
Entre los beneficios conocidos se encuentran:
- Reforzar el sistema inmunológico.
- Facilitar la digestión de algunos alimentos.
- Contribuir a la absorción de nutrientes.
- Reducir la diarrea asociada al consumo de antibióticos.
- Mejorar molestias gastrointestinales (diarrea, estreñimiento, inflamación).
Cada vez son más las presentaciones comerciales disponibles, pero… ¿cuál es la mejor opción? ¿Cuántas UFC (unidades formadoras de colonias) son las qué debes buscar? ¿se toman con o sin alimentos? ¿se deben almacenar en el refrigerador o a temperatura ambiente? Estas y otras preguntas son las que trata de responder este artículo.
¿Qué necesitas saber?
No todos son iguales o sirven para lo mismo, por lo tanto, debes conocer la cepa y relacionarla con el beneficio clínico que se busca.
¿Los alimentos fermentados son lo mismo a alimentos probióticos?
Los alimentos fermentados pueden ser ricas fuentes de microorganismos benéficos, no obstante, si estas bacterias o levaduras no se han sometido a estudios científicos rigurosos, no pueden considerarse como probióticos ni tampoco asociar un efecto clínico a ellos.
¿Más es mejor?
Ahora vemos que la cantidad de billones que anuncia un producto es algo muy llamativo, sin embargo, una mayor cantidad de UFC (Unidades Formadoras de Colonias) no necesariamente significa que sea más efectivo; más bien debes asegurar que el producto contenga, por lo menos, la cantidad de probióticos que demostró ser útil en los estudios clínicos.
Al momento de elegir un probiótico hay algunos aspectos que debes de considerar, uno de ellos es analizar su etiqueta y otro la manera en la que se ha empacado, entre otros.
¿Qué debes buscar en la etiqueta?
A) Microorganismo. Los productos deben mostrar la denominación de lo que contienen: género, especie y cepa. Por ejemplo: Lactobacillus rhamnosus CLR2 o Bifidobacterium longum 35624.
B) UFC (Unidades Formadoras de Colonias). Debe indicar la cantidad de probióticos viables presentes hasta la fecha de vencimiento o consumo preferente y no al momento de su elaboración.
C) Instrucciones para su consumo. Señala la cantidad que debe consumirse para obtener el beneficio deseado.
D) Beneficios. Señala el beneficio que se espera al consumirse. Por lo general también incluye alguna leyenda que no pretende diagnosticar o tratar una enfermedad.
E) Condiciones de almacenamiento. Indica como debe de almacenarse para asegurar la calidad del producto. Ya que algunas cepas como lactobacillus acidophilus o bifidobacterium requieren refrigeración para mayor supervivencia de los bichos.
F) Información del productor. Por si se requiere contactar para dudas o reportar algún evento adverso.
Igual que como se mencionó en el artículo de suplementos de la edición pasada, asegúrate de que cuenten con certificado de buenas prácticas (GMP- Good Manufacturing Practices).
¿Qué hay del empaque?
El empaquetamiento puede ser incluso uno de los factores más importantes.
Al elegir evita comprar aquellos en presentaciones de cristal claro, en su lugar elige botellas oscuras, con cristal grueso o botellas de cristal que estén dentro de cajas, blisters es otra buena presentación. En tu casa mantenlos en un lugar oscuro, lejos de la luz directa del sol.
¿Cómo tomarlos?
Un malentendido común es que la mejor hora para tomar un probiótico debe ser por la mañana al despertar, con el estómago vacío, pero como cualquier organismo vivo que necesita de agua, comida y un clima adecuado para sobrevivir con los probióticos sucede lo mismo. Determinando pues que el mejor momento para tomarlos y aprovecharlos al máximo es justo antes o después de las comidas. Ya que al consumir el probiótico con las comidas brindamos un sistema de amortiguamiento al suplemento por su paso al tracto digestivo, evitando que el ácido destruya o desintegre los materiales de dicho suplemento.
Importante: Cepas como Lactobacillus o Bifidobacterium son más delicadas por lo que requieren una cuenta masiva de UFC para garantizar la cantidad necesaria por aquellas que se pierden por el ambiente ácido del estómago.
¿Tomaste antibióticos? Consumir un probiótico puede ayudar con efectos secundarios como diarrea y ayuda a estabilizar la microbiota intestinal.
Por último, recuerda que:
Los probióticos no son la cura a todo, ni es necesario tomarlos para estar sanos.
Cada cepa tiene un beneficio diferente, busca el producto con evidencia científica que demuestre el beneficio que estás buscando, para asegurarte de utilizar el indicado según el beneficio que estás buscando más vale asesorarse por un médico.
En México no existe una guía con los probióticos ya estudiados, pero te compartimos la liga con los probióticos de Estados Unidos: www.usprobioticguide.com
Aquí unos ejemplos de algunas cepas con sus beneficios científicamente comprobados:
PROBIÓTICO | CEPA | TRASTORNO, ACCIÓN |
Lactobacillus Plantarum | 299v | Síndrome de intestino irritable |
Saccharomyces Boulardii | CNCM 1-745 | Diarrea aguda en adultos Diarrea asociada a antibióticos Terapia coadyuvante para H. Pylori, enfermedad de Crohn o colitis ulcerativa |
Bifidobacterium Longum | Ansiedad, alergias o intolerancias alimentarias, colesterol, enfermedades autoinmunes, esteatohepatitis no alcohólica. | |
Lactobacillus Reuteri | DSM 17398 | Piel, cabello, aumenta niveles de vitamina D, salud oral, alergias, H. Pylori, estreñimiento, gastroenteritis, cólico del lactante. |
Los probióticos son seguros en la mayoría de las personas, sin embargo, embarazadas, niños o personas con alguna condición especial es mejor asesorarse con un profesional en área de la salud de acuerdo con lo que se esta buscando.
NO TODOS SON IGUALES, NI SON PARA TODOS
Otros usos: Estudios recientes sugieren que algunos probióticos pueden ser de utilidad en síntomas psicológicos como estrés, ansiedad, depresión.