Hablando de alimentos, se suele pensar que lo fresco, lo orgánico, lo que se cosecha en su nivel ideal de maduración es lo más saludable. Si bien es cierto, sucede que para que esto fuese posible necesitaríamos tener un huerto en casa, vivir en un rancho o tener acceso a cosechas casi diariamente de los alimentos que consumimos.
Para la mayoría de las personas lo anterior resulta poco posible y la realidad es que los vegetales suelen comprarse en algún mercado o en la tienda de conveniencia “frescos” y congelados.
Y son estos vegetales congelados de los que hablaremos hoy.
Existe la creencia que los vegetales congelados han perdido parte de sus propiedades nutricionales. Sin embargo, en algunos casos pueden ser más nutritivos que los que se compran “frescos”, y lo pongo entre comillas porque la frescura de estos vegetales en ocasiones sólo está en el nombre. La mayoría de estos vienen viajando grandes distancias por algunas semanas en refrigeradores o congeladores. Y para su cosecha es necesario se realice con antelación a su maduración, esta maduración vendrá después. En ciertos vegetales se pierden algunos de sus nutrientes al cosecharlos antes. Este es el caso de las espinacas que pierden cerca de la mitad de folatos después de ocho días.
El contenido de vitaminas y minerales disminuye si el producto es expuesto a calor y luz durante su camino para llegar al supermercado o punto de venta.
La pérdida de nutrientes sucede tanto en frutas como en verduras. Como se hace mención, estos son cosechados antes de madurar para que lleguen en condiciones favorables a su destino o punto de venta. Con frecuencia vemos fruta aún sin madurar o “verde” en los anaqueles de los supermercados, que fue cosechada aún más inmadura también. Su aspecto puede ser muy bueno pero su propiedades organolépticas no, carecen de dulzor y sabor, además de los nutrientes esperados.
Las ventajas de consumir frutas y verduras congeladas radica en que generalmente son cosechadas cuando están maduras para después someterse a un proceso de blanqueamiento en agua caliente, el cual mata bacterias y detiene el efecto de enzimas que pueden echar a perder los vegetales. Los nutrientes con este proceso se preservan.
Definitivamente son una mejor opción que los vegetales preservados en lata, ya que el proceso de enlatado afecta a su contenido nutricional, además que en ocasiones contiene sal, azúcar u otros conservadores.
Es importante mencionar que cuando se compre vegetales congelados se procure comprarlos enteros y no picados o en trozos, porque esto si afecta a su contenido nutricional. Por ejemplo, será mejor comprar fresas congeladas enteras y no en trozos.