Sanando a Mamá
«Te libero querida mamá, de todas mis expectativas y pretensiones que van mucho más allá de lo que se le puede pedir a una mujer común y corriente. Se que me diste lo que pudiste y lo que tenías. Ya recibí lo suficiente y eso alcanza. Gracias. Ahora puedo ocupar mi lugar como tu hija y dejar de ser tu salvadora.»