Mamás que ríen: El humor como fortaleza

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Monserrat Montaño

Psicoterapeuta Tanatologa

Las madres siempre han destacado por su papel de amor incondicional, sacrificio y entrega pero poco se habla de uno de los elementos más mágicos para los vínculos fuertes, nutrición y que es, sin duda, uno de los más humanos, resilientes y hermosos: el humor.

Si, mamá puede ser una mujer alegre, bromista y risueña que también ríe. Y a veces, esa risa es la que salva. ¡Es esa risa y esa complicidad la que lo cambia todo!

Desde la psicología positiva, el humor es una de las 24 fortalezas del carácter, entendida como la capacidad de encontrar lo gracioso en la vida cotidiana, compartirlo con otros y utilizarlo como recurso emocional para afrontar las dificultades. No se trata de negar el dolor o evadir responsabilidades, sino de encontrar pequeñas dosis de ligereza incluso en medio del caos.

Ser madre es saber que la crianza es todo menos perfecta. Hay noches sin dormir, pañales explosivos, berrinches en el super, montañas de ropa sucia que nunca parecen acabarse y noches eternas. En este escenario, el humor se convierte en una especie de “aire acondicionado emocional”: no cambia la realidad, pero sí nos permite transitarla con mayor frescura y tolerancia.

Las madres que logran reír de sí mismas, de las travesuras de sus hijos o de los errores cotidianos están cultivando una de las formas más valiosas de resiliencia. Porque cuando una madre ríe, también enseña a sus hijos a no tomarse la vida tan en serio, a mirar los problemas con creatividad y a sobrellevar las frustraciones con una actitud más flexible.

Cuando una madre ríe, se genera complicidad, conexión y se fortalece el vínculo. Todos preferimos estar en un mal momento con esos cuya compañía nos aligera la carga con su simpleza. Las bromas compartidas, los chistes internos o simplemente reír juntas de algo absurdo son momentos que fortalecen los lazos emocionales entre madre e hijo/a. La risa crea recuerdos, aligera tensiones y construye intimidad.
Cuantas veces llegaste a casa con un corazón roto, y mamá, sin agredir y sin aminorar tu pena, te dio una abrazo, una sonrisa y soltó algún chascarrillo local que casi de manera forzada esbozó una sonrisa que terminó en una carcajada.

Algunas madres incluso transforman el humor en una herramienta educativa: usan el juego de palabras, las historias graciosas o la exageración cómica para enseñar límites, fomentar el diálogo o ayudar a sus hijos a procesar emociones difíciles. Mis pacientes saben que todo se puede decir, solo hay que cuidar el cómo. Un poco de humor lo mejora todo, el exceso de humor ridiculiza, humilla y lastima.

Es de suma importancia mencionar que existe una gran diferencia entre usar el humor y burlarnos o invalidar lo que pasa, las situaciones y las emociones de cualquiera de los involucrados. No se usa el humor como mecanismo de evasión sino como una herramienta para mantenerse reales con una perspectiva más positiva y alegre.

En una cultura que a menudo idealiza el sacrificio materno y nos pinta mamás formales y serias o hasta letárgicas, es importante reivindicar el derecho de las madres a disfrutar, a divertirse, a reír sin culpa y a expresar libremente la jovialidad y juventud de sus corazones. Ser madre no significa estar siempre en modo serio, ni vivir en una entrega constante sin espacio para la ligereza, el juego y el disfrute.

Este 10 de mayo, además de agradecer por la paciencia, el amor o el esfuerzo, celebremos también el sentido del humor de mamá: esas carcajadas inesperadas en la cocina, esos momentos en los que se ríe hasta llorar, esos instantes en los que, a pesar del cansancio, encuentra algo gracioso que cambia el clima del día.

¡Agradece siempre! El humor no sólo hace la vida más llevadera. También hace de la maternidad un lugar más humano, real y profundamente amoroso.

Ten muy presente que nunca es tarde. Si tus creencias o experiencias te han impedido crear este ambiente en casa y ser una mamá que RÍE espero que este artículo llegue a ti para hacerte saber que tu valor y capacidad como madre solo se ve acrecentada cuando le muestras a tus hijos ese ser humano creativo, risueño y hasta un poco infantil que también cohabita tu interior. Solo hazlo, poco a poco, paso a paso, tal vez un poco incómodo o forzado… verás que con el tiempo se vuelve natural y sanador. Ser mamá no se mide por lo que dejas atrás al tener un bebé, sino por lo que ganas al hacerlo.

Este artículo va dedicados en especial a mi mamá .

“Jamás lei un poema más bonito que la sonrisa de mi madre, que suene toda la vida” Mi mundo se ilumina cuando reímos juntas pero se vuelve mágico cuando te veo reír y ser la niña alegre y juguetona que por años se ocultó detrás de la madre responsable, estricta y preocupada.

¡Gracias por tanto mamá, lo hiciste increíble!